Aprender a leer significa aprender un sistema simbólico. Su adquisición constituye un hito en el desarrollo individual (ontogénesis) y también en la historia humana (filogénesis), ya que permite la comunicación y la transmisión cultural superando las limitaciones del aquí (espacio) y ahora (tiempo).
A la vez, contribuye al desarrollo cognitivo y, de hecho, cambia el funcionamiento cerebral, como muestra la neurociencia cognitiva.