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Artículos archivados

El Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) surgió como respuesta a las numerosas inquietudes sobre el empleo apropiado del castellano que durante años muchos hispanohablantes formularon a las distintas academias de la lengua española. Con su publicación, los usuarios no necesitamos examinar por separado los otros tres códigos de la Academia: Ortografía, Gramática y Diccionario, sino que, consultando un solo texto, el DPD, podemos despejar rápidamente nuestras dudas ortográficas, gramaticales o léxicas.

Karon Coralpor

El fenómeno de la globalización que vivimos actualmente ha provocado cambios lingüísticos muy importantes a escala mundial. El inglés se ha convertido en la lengua internacional, del poder económico y político, pero las lenguas regionales también están experimentado una gran difusión, gracias al apoyo económico de los gobiernos que las representan. A su vez, y como resultado de estas dos tendencias, surge el sentimiento de arraigo de las comunidades locales, que ven su lengua como signo de autenticidad frente al fenómeno de la globalización.

Este trabajo propone una reflexión sobre el discurso gramatical prescriptivo y sugiere que es un instrumento destinado a ocultar la heterogeneidad de la lengua, con propósitos explícitos de control social. El autor afirma que lo que los prescriptivistas consideran "incorrecto" es en realidad el fundamento y el anticipo del cambio lingüístico.

Una ideología de la lengua: lo "correcto" y lo "incorrecto"

Por Miguel Rodríguez Mondoñedo, Universidad de Indiana

IdiomayDeporte.com, la revista digital del lenguaje de los campos de juego, entrega su número 100, bajo la dirección del lingüista especializado en el tema Jesús Castañón. En este cibercaminito por el deporte como práctica espontánea, actividad organizada en estructuras asociativas y espectáculo de masas, la audiencia ha podido encontrar 127 bloques temáticos de informaciones relacionadas con la jerga, el lenguaje periodístico y el lenguaje literario de 33 lenguas diferentes.

No hablamos ni pensamos solamente con palabras. Tal vez por eso el lenguaje por señas nos hace sentir que hay algo que no tenemos, a lo que no podemos acceder. Casi una deficiencia, algo que nos falta. Ir por la calle y ver a dos personas hablando por señas y ponerse a observarlas detenidamente es como escuchar una conversación a la que uno no ha sido invitado. Un diálogo por señas entre personas no oyentes es, para el oyente, un espectáculo de rara belleza, reflexiona el escritor Carlos Liscano en su libro

Hace pocas semanas, cuando las tropas georgianas empezaron a atacar Tskhinvali con morteros, Eduard Kabulov no pudo dejar de pensar en los problemas que había tenido para aprender georgiano: su sistema de numeración con base 20, sus ridículas aglomeraciones de consonantes ("gvprtskvni"), sus verbos diabólicamete irregulares. Kabulov, que tiene 22 años, creció en un valle en el que los osetos han cohabitado con los georgianos desde hace siglos, pero eso no facilitó las cosas.

Un pequeño libro aparecido en Francia en junio de 2007 viene a inaugurar una posible era copernicana en el mundo de la lingüística. Su tesis fundamental es que hemos estado equivocados durante siglos respecto al verdadero origen de las lenguas romances (el castellano, el catalán, el francés, el italiano, el portugués, el rumano, entre otras). El autor, a lo largo de doce capítulos deliciosos de leer, nos presenta lo que él considera pruebas irrefutables contra lo que él mismo denomina una auténtica aberración lingüística.

Johnny Torres

La fiebre del deporte es un fenómeno social que va desde la pasión de la afición hasta la vivencia razonada de las instituciones en la difusión internacional del idioma. Así, la historia del "Diccionario de la Lengua Española" ha evolucionado desde la incorporación de voces de ciclismo en 1899 hasta la superación del millar términos en la edición de 2001. Y ha desarrollado una singular carrera de relevos que ha tenido sus fases de aceleración en 1925, 1970 y 1992, al rebufo de los Juegos Olímpicos de verano celebrados en Amberes, México y Barcelona.

El hecho de ser hablada por muchos millones de personas en varias naciones hace de la lengua española castellana una lengua internacional: la única lengua internacional, incluso, de todo el dominio histórico del español actual. Ahora bien, son requisitos tan mínimos que, en sí mismos, no dicen nada respecto a la potencialidad económica de esa internacionalidad, salvo en términos de mercado: centenares de millones de consumidores que pueden recibir información o propaganda sobre cualquier producto en una lengua común.

La Academia Española no se caracteriza, como sabemos, por su agilidad en la incorporación de nuevos vocablos ni tampoco, ciertamente, por su presteza en la hora de eliminar términos abandonados por el uso y olvidados por los hablantes. Este último caso parece ser el de zurruscarse, vocablo que figura en el Diccionario con la denotación de 'irse de vientre involuntariamente'. En la primera edición (Autoridades), más precisa en este punto, se aclaraba que la acción enunciada por este verbo tenía lugar 'especialmente con ruido o en la ropa'.