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El papel y la caligrafía buscan su lugar en la China tecnológica

24/09/2005

por Antonio BrotoPekín, 24 sep.- Un grupo de intelectuales chinos ha puesto en marcha una iniciativa para salvar y recopilar cartas personales enviadas en sobre y con sello que, con el éxito del correo electrónico y el teléfono móvil, corren peligro de desaparecer.China, país que hoy día manda astronautas al espacio, apuesta fuerte por las nuevas tecnologías, pero un puñado de románticos recuerda que el país que inventó el papel y venera la caligrafía como un arte no puede abandonar las "viejas tecnologías" así como así.Es por ello que los responsables del Museo Nacional de China (en la Plaza de Tiananmen) y la Sociedad de Literatura Tradicional impulsan el "Programa de salvación de las cartas personales", que pretende recoger misivas de cualquier época, incluso actuales.Los responsables del programa, ayudados por celebridades en campañas publicitarias, han recogido en cinco meses 20.000 cartas de toda China, donadas desinteresadamente por ciudadanos, explicó a EFE el principal responsable de la idea, Ding Zhang.Naturalmente, no se admiten las notas de bancos, publicitarias, o cualquier otro mensaje no personal, pues éstos, en cambio, gozan todavía de muy buena salud.Un vistazo a los buzones del ciudadano chino medio permite comprobar que el 90 por ciento de las cartas son facturas, comunicaciones de los bancos y similares, y sólo un 10 por ciento son misivas como las que el programa quiere salvar.A mediados de los noventa, el porcentaje era exactamente el inverso, pero entonces llegaron Internet y los teléfonos móviles, y los chinos los acogieron con entusiasmo.Una década después, es el país con más celulares del mundo (330 millones) y el segundo, después de EEUU, en número de internautas (más de 103 millones).Mientras el número de cartas disminuye, aumenta por ejemplo el de mensajes vía móvil, y sólo en el 2004 los chinos se enviaron la nada despreciable cantidad de 210.000 millones de "SMS".Ding y otros intelectuales reconocen que no pueden frenar el progreso, y que el correo electrónico y el mensaje por móvil son cómodos y rápidos, pero que las cartas "han sido parte de la cultura china durante miles de años, llevando cariño y registrando con fidelidad el cambio de los tiempos".Eso sirve para cualquier cultura, pero, según Ding, es especialmente importante en una civilización como la china, donde la expresión abierta de sentimientos no suele estar bien vista, por lo que muchos acuden a la carta para manifestar sus penas, alegrías o miedos."Muchas veces se han publicado libros con cartas de personas famosas, pero las de la gente corriente también componen la historia, de forma aún más verdadera", aseguró a EFE el experto, quien piensa usar las misivas para exposiciones y recopilaciones literarias.Por otro lado, el uso frecuente de teclas de móviles y ordenadores para escribir amenaza otro importante componente de la cultura china, como es la caligrafía, que para los orientales es un arte tan importante como la pintura o la escultura, y que se olvida fácilmente si no se practica a diario."No desaparecerá, porque los caracteres chinos tienen 5.000 años de historia y se siguen estudiando en las escuelas, pero es verdad que se escribe menos y eso es preocupante", admite el experto.Yan Boping, miembro de la Asociación de Calígrafos de Pekín, también reconoce que hoy en día hay menos gente "con letra bonita", pero asegura que seguirá habiendo calígrafos de elite, y que ese arte "se renovará constantemente"."Antes la caligrafía era una instrucción indispensable en la educación, ahora no tanto, pero no creo que desaparezca", añadió a EFE.Muchos chinos reconocen que en los últimos años, al no tener que escribir tanto a mano, se les olvidan los caracteres que no utilizan a diario, y en ocasiones tienen que recurrir al móvil para buscar en su memoria electrónica una letra especialmente complicada.