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Rubén Bareiro Saguier: "La esencia del Paraguay de mis sueños"

29/10/2005

Por Mario Rubén Álvarez(www.ultimahora.com)Mientras la lluvia –que es un signo de bonanza– besaba una y otra vez las altas copas de los tajy en la Plaza Uruguaya, el escritor Rubén Bareiro Saguier –nacido en Villeta del Guarnipitán (voz deformada de "Guarani pytâ", que eran los que habitaban esa comarca– empezaba a recibir las primeras felicitaciones. Estaba con Vidalia Sánchez, directora de la Editorial "Servilibro", quien fue la que le publicó el libro de cuentos ganador del Premio Nacional de Literatura 2005: "La rosa azul". Y presentó la obra al Congreso para que entre en concurso. En esa atmósfera de euforia contenida de editado ganador y editora se desarrolló este diálogo. ¿Qué significa para vos recibir el Premio Nacional de Literatura?Significa mucha emoción. Hace unos días, hurgando entre mis papeles, encontré unos poemas de estudiante. Es una prueba de que hay destinos encarados desde la adolescencia. Pertenezco a una generación que no tuvo muchas oportunidades. No había estímulos. Estábamos, además, proscriptos. Este premio quizás sea el mérito de persistir en una vocación.Esa vocación creo que si bien es a la palabra escrita –literatura–, es, sobre todo una fidelidad a la palabra _enseñando, denunciando y, obviamente, escribiendo_ que en la Cultura Guaraní era esencial.Es cierto. El anterior Premio Nacional de Literatura, el de Carlos Martínez Gamba, fue un premio al guaraní paraguayo. Este premio es para alguien que escribe en castellano paraguayo. Creo que hay una continuidad histórica en esto. De los cuentos incluidos en "La rosa azul" ¿qué es lo esencial?Es que escribo para alguien y para algo. Yo no soy un escritor profesional. Junto papelitos aquí y allá. Me ocurre luego como cuando el cielo está cargado y se derrama, de pronto, la lluvia. Se me impone y ahí está.¿Para quién o quiénes escribís?Para el lector, para el que se anima a leer. Los escenarios de mis relatos parten de los itinerarios de mi vida, pero sobre todo son paraguayos. La ausencia física del exilio nunca fue una ausencia espiritual. Viví, donde quiera que estuve, como paraguayo y en función a mi pueblo.¿Cuál es la razón por la escribiste toda la vida?Para mí siempre fue una cosa compulsiva, una necesidad. Mi destino de escritor quedó marcado cuando a los un año y medio tuve una gastroenteritis que, entonces, era mortal. Me dieron por muerto. Hay que ver si amanece... dijo el médico. Y amanecí. No podía jugar al fútbol aunque sí al tóky y a las figuritas, pero nada más. Tenía que buscar algo alternativo. Ahí fue que empecé a escribir. Soñé entonces despierto y dormido. La violencia y el exilio, ¿cómo influyeron en tu vida y en tu obra?Mi primer exilio fue Asunción. Venía de Villeta porque allá no había bachillerato. Fue un primer ejercicio de la vida y de la muerte. Después fue París. De todo eso quedan rastros en mis obras. La primera escena de violencia y el primer apresamiento lo viví a los 11 años. Vinieron a buscarle a mi padre –José Bareiro, a quien le debo la escritura porque, a su modo, me estimulaba– y como no estaba me llevaron a mí. En total, tuve como 30 apresamientos en la dictadura de Stroessner. Viví gran parte de mi vida en el exilio, afuera. Nunca me amargué. Nunca tampoco me dejé arrastrar por la nostalgia que es peligrosa porque desfigura la realidad y se cae en el sentimentalismo. Nunca, jamás, olvidé a mi país.Lo guarani –digo lengua, cultura–, ¿cómo estuvo presente en el exilio?Siempre me acompañó. Hice una tesis en París que se llamó "De la literatura guarani a la literatura en español: un proceso colonial". Era una manera de encarar nuestra trayectoria luego del encuentro de los conquistadores con los indígenas. Hay alguna distancia entre aquel autor de "Ojo por diente" y éste, el de "La rosa azul"?Hay una continuidad. En mis obras está la esencia del Paraguay de mis sueños, de mis afectos y de mi sangre.Y tu poesía –recuerdo por ejemplo "A la víbora de la mar"– dónde flota el universo guarani en versos muy escuetosEse libro soñé en guarani y lo escribí en castellano. Alguien me dijo que eran como los haikús japoneses. El padre Melià fue el que dio en el ojo: "son los kotyu guarani", me dijo. Y es cierto. Yo le quiero entrañablemente al guarani. Por eso combato para que sea una lengua viva y no de laboratorio. Por unanimidadAyer el Dr. José Antonio Moreno Ruffinelli, integrante el Jurado que otorgó el Premio Nacional de Literatura, informó que el ganador es el escritor Rubén Bareiro Saguier por su libro de cuentos "La rosa azul". Recibirá en noviembre alrededor de 55 millones de guaraníes de manos del presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos. Las menciones de honor son para Jacobo Rauskin, Helio Vera y María Eugenia Garay.En el acto estaba presente Carlos Filizzola, presidente del Senado y del Congreso Nacional. Los miembros del Jurado que concedió por unanimidad el premio son José Antonio Moreno Ruffinelli, de la Academia Paraguaya de la Lengua Española; Osvaldo González Real, por Escritoras Paraguayas Asociadas; Beatriz Rodríguez-Alcalá, por la Academia Paraguaya de la Historia –presentes en el acto de comunicación en el Congreso–; Nila López, por el Ministerio de Educación y Cultura y el senador José Nicolás Morínigo, por el Senado.