Publican en Colombia «La fascinante
historia de las palabras»
Carlos Restrepo, El Tiempo (Bogotá)Un origen sui géneris tuvo el libro La fascinante historia de las palabras, del periodista uruguayo Ricardo Soca. En lugar de nacer en el papel y dar el salto al mundo virtual, como está ocurriendo gracias al boom de aparatos de lectura digital, la publicación de Soca se fue escribiendo primero en la web.«La magia de las palabras me atrae desde mi lejana infancia. Yo era el tipo de niño que no conseguía hacer una suma o una resta, pero que no tenía una sola falta de ortografía, que conversaba sobre significados y etimologías o comparaba con vocablos extranjeros», comenta Soca.Este curioso 'hobby' lo llevo a crear en 1996, cuando comenzaba el furor de Internet, 'La página del idioma español' (www.elcastellano.org). Luego, en el 2002, el periodista comenzó a enviar desde su página un correo masivo, titulado 'La palabra del día', que hoy cuenta con 189 mil suscriptores.Esa fue la materia prima de La fascinante historia de las palabras, un hermoso libro-objeto, con el que se estrenan en el mundo editorial el diseñador bogotano John Naranjo y su esposa, la fotógrafa Carolina Rey.«Yo creo que el compromiso y el gran esfuerzo que tiene que hacer un editor hoy es ofrecerle a los lectores una experiencia vivencial y tangible que solo sea perceptible en los sentidos a través del libro», explica Naranjo, quien se preocupó por combinar las texturas mates y brillantes con un diseño original de las páginas interiores.Para acompañar las definiciones, que superan las quinientas palabras, provenientes, entre otros, del árabe, de idiomas nórdicos y de americanismos, Naranjo diseñó durante varios meses cerca de 200 ilustraciones, inspiradas en la técnica del artista surrealista Max Ernst, que solía hacer un collage con grabados antiguos.Muchas de las imágenes, por ejemplo, combinan cuerpo humano con cabeza de animales o de objetos, explica Naranjo, ganador en dos oportunidades del Premio Society of News Design, uno de los más prestigiosos en ese campo, en Estados Unidos.«Mi mayor preocupación es diseñar imágenes que tengan un valor que va más allá de la producción multitudinaria», agrega Naranjo, quien se inspiró para la carátula en una obra del biólogo alemán Ernst Haeckel. «Al ver las imágenes quedé maravillado. Se me ocurre que cada uno de esos colibríes es una palabra».El camino de las palabras por la historia — Belladona: esta planta toma su nombre del italiano bella donna (bella mujer). Su origen viene del siglo XVI, cuando las mujeres de las cortes italianas ingerían la atropina (alcaloide presente en la belladona) antes de los bailes para dilatar sus pupilas y lucir más sensuales. — Hincha: el primer hinca de fútbol vivió en Montevideo. Era un hombre encargado de inflar (hinchar) los balones, al que llamaban el 'hincha Reyes'. Sus gritos por el Club Nacional se volvieron tan famosos, que luego la palabra se fue aplicando, en general, a todos los seguidores de un club futbolístico. — Cínico: su origen viene los miembros de las escuelas griegas que solían burlarse «como perros» de la gente común y mediocre. La palabra proviene del griego kyon, que significa «perro», que luego derivó en kynikós (los que se mofan como perros), que más tarde seria el vocablo latino cinicus. — Piropo: debe su origen a la palabra griega pyropos, que significa «con aspecto de fuego» o «de ojos de fuego». Esta relación con el fuego «se vincula tal vez a la llama de las pasiones que van junto con el piropo». — Veneno: La humanidad ha soñado siempre con sustancias estimulantes en el sexo que llamó afrodisíacos, inspirado en Afrodita. En los romanos esta deidad era Venus. De allí que las pociones mágicas para despertar el deseo sexual se llamaron venenum. Con el tiempo, esta palabra se extendió para todas las drogas que también causaban la muerte.