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Panamá arroja leña al fuego en el conflicto entre la RAE y el Instituto Cervantes Grego Casanova

12/12/2025
Grego Casanova

Las voces de la discordia: Santiago Muñoz Machado y Luis García Montero

La guerra abierta entre la Real Academia Española y el Instituto Cervantes sigue sumando batallas. Esta semana se ha vuelto a producir un choque entre las dos mayores instituciones de la lengua española cuando el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, no asistió este martes a la reunión anual del Patronato del Instituto Cervantes, celebrada en el Palacio de Aranjuez y presidida por los reyes, como expresión de su "malestar" por "la conducta inexplicable" del director de esa institución, Luis García Montero. No fue el único en hacerlo. Por el mismo motivo, el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), Francisco Javier Pérez, y el académico y escritor Luis Mateo Díez, también dieron plantón a García Montero, después del choque iniciado por este último en el mes de octubre.

La guerra arrancó, al menos a nivel público, el 9 de octubre cuando el responsable del Cervantes cargó contra su homólogo de la RAE: “Estaba acostumbrado a hablar con Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha o Darío Villanueva, grandes filólogos y hombres de la cultura”, lamentó. El hecho de que Muñoz Machado sea catedrático de Derecho Administrativo le creaba “distancia personal”, señaló en un desayuno informativo: “está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo experto en llevar negocios desde su despacho [de abogados] para empresas multimillonarias. Eso, personalmente, crea unas distancias”.

García Montero, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada y de reconocida militancia comunista, fue nombrado director del Instituto Cervantes en 2018 por el primer gobierno de Pedro Sánchez. Las desavenencias entre este y el director de la RAE eran conocidas pero nunca habían trascendido de manera explícita hasta el pasado mes de octubre en la comparecencia antes señalada.

La RAE emitió un comunicado respaldando a su director, destacando que había sido "elegido democráticamente en dos ocasiones por el pleno de la institución, y no solo es un experto jurista, sino uno de los ensayistas e historiadores más reconocidos de nuestro país, con premios como el nacional de ensayo y el nacional de historia, además de incontables galardones de academias y universidades españolas y extranjeras. Ofende a la RAE y a la Asociación de Academias de la Lengua la agresión a su director y presidente, que ha desarrollado una labor extraordinaria en los siete años que lleva al frente de ambas instituciones”, declaraban.

El alegato contra el actual responsable de la RAE hizo saltar a la arena a uno de nuestros mejores escritores vivos, el cántabro Álvaro Pombo, premio Cervantes 2024. Esta tribuna escribía en ABC como respuesta: “Antes de hablar de las subvenciones milmillonarias, como ha tenido siempre el Partido Comunista, hablemos de las subvenciones millonarias. ¿Preferiría Luis García Montero que nos subvencionara el Partido Comunista? ¿Cuánto ofrecen? O para hacernos una idea menos roja del asunto, ¿qué tal si nos financiara el Partido Socialista Obrero Español? ¿Sería eso de su gusto?”, espetaba.

Luego seguía con más artillería: “Luis García Montero es un burócrata, tiene vocación de burócrata, como la mayor parte de comunistas que yo conozco. Los comunistas rojos burócratas que yo conocía ahora se han vuelto rosas, porque el comunismo no es una moda fiable. Lo único fiable ahora es que te financie el capital privado, que siempre ha sido más discreto, ahorrador y providente que el capital público”, añadía tirando de sorna. “Luis García Montero es un poeta menor, agradablemente menor, pero faltón; chiquito pero faltón”, remataba.

Congreso de la Lengua en Panamá

En esta ocasión ha sido la elección de Panamá como sede del próximo Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), en 2028. Dichos congresos se celebran cada tres años en un país hispanohablante con el objetivo de evaluar el estado del idioma español y los pasos a seguir en el futuro. García Montero acusó a Muñoz Machado de no contar con el Instituto Cervantes para tomar la decisión de la sede. Además, acusaba a la RAE de no haber comunicado la decisión y haberse enterado “porque se lo comentan otras academias". García Montero también subrayó que correspondía al Cervantes “proponer a las academias de la lengua una sede”, ya que la secretaría general de los CILE corre a su cargo y fue el Cervantes quien puso en marcha el primero en 1997.

Por su parte, la RAE aseguró que la decisión de designar Panamá como sede del próximo congreso no fue tomada por el director de la RAE, sino por la Asale, de la que forman parte 23 academias y que también preside Muñoz Machado.

Desde la institución también alegan que "la situación de tensión y desencuentro que el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, provocó en Arequipa hizo que no fuese el mejor momento para el anuncio", según recogió Efe.

Desavenencias políticas

A las más que notables diferencias en el terreno personal, los responsables de las instituciones también chocan en el terreno ideológico. Siendo el director del Cervantes más permisivo en aspectos como el uso del lenguaje inclusivo: "Hasta que no haya una transformación de las personas y de la sociedad, el lenguaje no cambiará. Si no hacemos a las personas evolucionar, de nada nos sirve decirles cómo deben hablar. A partir de entonces, se notará cómo en la sociedad queda un lenguaje inclusivo, vivido con mucha naturalidad. Por ejemplo, cuando quiero hablar de un debate donde es importante "la opinión de la ciudadanía", de manera natural digo “ciudadanía”. De esta forma, estoy evitando decir ciudadanos y que las ciudadanas se puedan sentir excluidas. El plural tradicional, el que utilizamos para el conjunto masculino como femenino, ciudadanos, es inclusivo. Pero, en la sociedad en la que vivo ahora, no me acomodo a ese plural; me gusta decir ciudadanía. Cuando voy a clase, trato de referirme a mi alumnado; de alguna manera quiero que se note que en mi conciencia están mis alumnas, además de mis alumnos", señaló en una entrevista en la que también aclaraba que no le gustaban términos como "amigues".