Onetti en cuadritos
Página 12Cuando a Juan Carlos Onetti se le reconoció su enorme aporte a las letras con el Premio Cervantes, de 1981, faltaba un lustro para que naciera Matías Bergara, primer premio de un concurso de historietas sobre el escritor que promovió la Dirección de Cultura de Uruguay y fue coronado con la edición de un libro de viñetas basado en cuentos del autor que este año habría llegado a una edad de tres cifras, más de cuatro veces la de Bergara.Fue precisamente ese puente entre distintas generaciones y disciplinas del arte uruguayo el eje del concurso en el que, además de Bergara, otros jóvenes ilustradores pusieron sus viñetas en concurso para participar del libro colectivo que fue presentado en Montevideo: una obra de 108 páginas en las que se recrean, desde la imagen, los cuentos Esbjerg en la costa, Un sueño realizado, Matías, el telegrafista y La Mascarada (en dos versiones). Con ese acto y esa obra, quedó clausurado así el Año Onetti, impulsado por el gobierno uruguayo para homenajearlo en el centenario de su nacimiento, que sumó seminarios, proyecciones, obras y una gigantografía con la leyenda Onetti es Montevideo en el Teatro Solís.«La historieta puede tender puentes a la generación más acostumbrada a lo visual y audiovisual y no puramente textual. Puede ser un acercamiento», hipotetizó Bergara, diseñador de proyectos audiovisuales para la industria del video. Si bien reconoció no ser ferviente lector del autor fallecido en 1994, su experiencia con aquellas obra le permitió poner en discusión el hermetismo que se le critica a la prosa del creador de Juntacadáveres.Es más, para el guionista Rodolfo Santullo, que colaboró con Bergara en la adaptación de Esbjerg en la costa, es «probable» que hasta los mínimos resabios crípticos de-saparezcan en el formato ilustrado y que «los lectores neutros se acerquen así a Onetti y la historieta».«Hay que romper barreras generacionales y derribar aquel viejo concepto de que Onetti era para mayores», opinó también el director de Cultura de Uruguay, Hugo Achugar, durante la presentación del libro ilustrado. De ese modo, una de las plumas más destacadas de la literatura moderna en Uruguay y toda Latinoamérica, nacida en Montevideo y conocedora del exilio europeo por el terror de la dictadura uruguaya (1974–1985), fue recordado desde la belleza del arte: «La obra no tiene balazos, puñetazos ni ataques de pánico, que no existieron en su literatura», remarcó el dibujante Ombú (Fermín Hontou), jurado del concurso del que participaron 41 trabajos.Pero, además, en las últimas semanas el homenaje a Onetti se completó con la edición del libro de Hugo Verani Onetti: el ritual de la impostura, corregido, actualizado y ampliado; y Cuentos completos, una recopilación de inéditos, cuentos difíciles de conseguir por haber sido publicados poco antes de su muerte (y haberse agotado tempranamente tras esa desgracia), como Eva Perón; y hasta primeras versiones y borradores de otras obras.