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Observan estrecha relación entre movimiento y lenguaje

13/03/2008

Los TiemposLos pájaros vuelan y cantan, los seres humanos caminan y hablan, y entre las dos actividades parece haber, en cada uno de los casos, una relación mucho más estrecha de lo que a primera vista parece. Esa es al menos la tesis central de una investigación dirigida por el ornitólogo danés Henrik Mouritsen, de la Universidad de Oldenburg (Alemania) que ha llegado a la conclusión de que la zona cerebral que controla el lenguaje es una evolución de la que determina el movimiento. Mouritsen y su grupo originalmente estaban en busca de otra cosa y su trabajo se concentraba en estudiar los sistemas de navegación de las aves migratorias, que resultan de una precisión increíble y que no fue accesible para los seres humanos antes de la invención de la navegación por satélite. Durante esos estudios, el grupo encontró que en esas aves la zona cerebral responsable del movimiento estaba muy cerca de la que controlaba el canto. "Los descubrimientos importantes suelen darse por azar cuando uno está buscando otra cosa", dijo Mouritsen en declaraciones recogidas por la página web de la Universidad de Oldenburg. Tras investigar el cerebro de aves nativas alemanas y encontrar que la zona responsable del canto parecía ser una copia de la responsable del movimiento, los investigadores de Oldenburg pidieron ayuda a un grupo de investigación de Carolina del Norte, dirigido por el profesor Erich Jarvis. Los estadounidenses, entonces, adelantaron investigaciones similares en otras aves como papagayos y colibríes y llegaron a idénticos resultados. A partir de esos resultados, Mouritsen ha planteado la conjetura de que la zona del cerebro de los pájaros que controla el movimiento sirvió de base para la evolución del canto y que ello es además extrapolable a los seres humanos. "El lenguaje depende de la facultad altamente especializada de controlar los movimientos de la laringe. Asumimos que las regiones cerebrales que controlan el lenguaje tuvieron una evolución semejante a las del cerebro de los pájaros", dijo Mouritsen. En definitiva presume que, a lo largo de la evolución, las regiones cerebrales responsables del movimiento fueron copiadas para desarrollar el lenguaje. Los resultados apoyan además una hipótesis habitual según la cual el lenguaje humano tiene su origen en la comunicación gestual y la mímica, que también son formas del movimiento. "La mímica y los gestos son algo que van de la mano con el lenguaje. Los bebés gesticulan antes de empezar a hablar. Probablemente, las regiones cerebrales responsables de ellos fueron adaptadas a través de la evolución y utilizadas para el lenguaje", dijo Mouritsen. Si se logra confirmar las hipótesis de Mouritsen y su grupo, que extrapolan los resultados de sus estudios sobre aves a los seres humanos, los nuevos conocimientos podrían usarse para desarrollar métodos de tratamiento de disfunciones lingüísticas de origen psicológico. El estudio ha sido publicado en inglés en la revista "One" de la "Public Library of Science" bajo el título Molecular Mapping of Movement-Associated Areas in the Avian Brain: A Motor Theory of Vocal Learning Origin".