"Malevo" votada como la palabra más bonita del español
Daniel Roldán, Diario VascoSerpentinas en Japón, globos en Alemania, proyección de palabras en Polonia o un globo aerostático sobre los cielos de Hungría que lanzó palabras. Son algunas de las iniciativas que los institutos Cervantes repartidos por el mundo han tomado para celebrar el Día del Español, del que ha salido su palabra más bonita «malevo». Esta fiesta de la lengua castellena quiso mostrar la presencia en todo el mundo de un idioma que es oficial en 21 países y hablan 450 millones de personas. «Queremos celebrar la energía del español, su carácter participativo y abierto, su capacidad de crear sociedad y su creciente implantación en todos los continentes. Celebramos la fiesta de una lengua fácil de aprender y de comprender», apuntó Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes.Esta primera fiesta del español nace con la vocación de celebrarse anualmente el sábado más próximo al solsticio. «Es un acto de agradecimiento y un regalo para la comunidad hispanohablante y para todos aquellos que están usando el español como una lengua de comunicación», señaló la directora. Los más de 60 centros que se unieron a la celebración decoraron sus fachadas con bocadillos gigantes que contienen palabras votadas a través de la web (www.eldiae.es). Los voluntarios repartieron imanes y camisetas con palabras en castellano en todas las ciudades.Además, los internautas también tuvieron oportunidad de elegir la palabra más bonita de la lengua.La afortunada fue «malevo», que según el diccionario de Real Academia Española es «de hábitos vulgares, propio de los arrabales» o un «hombre matón y pendenciero que vivía en los arrabales de Buenos Aires».Una campaña de internautas uruguayos y argentinos alzaron a esta palabra. En Madrid, la fiesta comenzó con una lluvia de palabras desde la fachada de la sede central del Instituto en la calle de Alcalá.Carmen Caffarel abrió las puertas del Instituto junto a representantes de todos los países latinoamericanos. La celebración continuó con la inauguración de un poema colectivo de 150 metros que se desplegó entre la sede y la plaza de Cibeles.