twitter account

Los traductores franceses de Mario Vargas Llosa, felices con la reconciliación del escritor con Patricia Llosa

10/02/2023

El premio Nobel hispano-peruano Mario Vargas Llosa, fue recibido este jueves como nuevo miembro de la Academia Francesa, ocasión que aprovechó para agradecer a Francia la “paradoja” de que fuese esa nación la que lo ayudó a sentirse “un escritor peruano y latinoamericano”.

Vestido con el tradicional traje bordado con hojas de olivo, el Nobel recibió este jueves la espada ceremonial entregada por la historiadora y politóloga Hélène Carrère d'Encausse, considerada como la “secretaria perpetua de la institución”, ya que ocupa el puesto desde 1990.

El autor de La fiesta del Chivo rememoró que, cuando desembarcó en territorio galo en 1959, los franceses, “fascinados por la revolución cubana” antes de que esta se convirtiera en una “tiranía”, habían descubierto y leído antes que él a autores como “Borges, Cortázar, Uslar Pietri, Onetti, Octavio Paz y, más tarde, Gabriel García Márquez”.

“Gracias a Francia descubrí la otra cara de América Latina, los problemas comunes a todos sus países, la horrible herencia de los golpes militares y del subdesarrollo, la guerrilla y los sueños compartidos de liberación”, dijo en su discurso en la sede del Instituto Francés, en París.

“Por tanto, fue en Francia —¡qué paradoja!— donde comencé a sentirme un escritor peruano y latinoamericano”, destacó ante los miembros de la institución creada en 1635 por el cardenal Richelieu para velar por la lengua francesa.

Entre los invitados de esta ceremonia se encuentran, entre otros, el rey emérito Juan Carlos I y su hija, la infanta Cristina. Y también están allí apoyándole su exesposa, Patricia Llosa, y sus tres hijos, Gonzalo, Álvaro (y su pareja, Nada Chedid) y Morgana (y su marido Stefan Reich), así como algunos de sus nietos.

En un largo discurso, Vargas Llosa agradeció la oportunidad de ocupar el sillón número 18 de la institución y, siguiendo los cánones de la Academia, una parte de su alocución fue de “elogio” a su predecesor en el asiento, el filósofo Michel Serres, fallecido en 2019. Asimismo, recordó cómo Gustave Flaubert y la literatura francesa le ayudaron a convertirse en el escritor que es.

Vargas Llosa recalcó que “la literatura tiene necesidad de libertad por existir” y terminó su discurso asegurando que la literatura del futuro será “lo que nosotros queramos”. “¿Puede desaparecer? Sería posible, sin duda, pero un mundo sin soñadores sería pobre y de los tristes”, expresó.

En nombre de la Academia Francesa respondió el escritor, editor y diplomático Daniel Rondeau, que describió como una “gran alegría” la oportunidad de acoger al autor de La ciudad y los perros en el gran templo de la lengua de Molière. 

El acto privado

A sus 86 años, Mario Vargas Llosa será recibido como uno más entre los “inmortales”, los grandes custodios de las letras galas. El escritor se convertirá en el primer autor que siempre escribió en español en ocupar un asiento en la institución francesa.

El escritor ya fue 'instalado' la semana pasada, en privado, en su puesto: el sillón 18. En ese acto, sus colegas le asignaron una palabra del diccionario para que improvisara una reflexión -en este caso fue “Xérès” (Jerez), y se le hizo entrega de la medalla de la institución.

La elección de Vargas Llosa como nuevo miembro de la Academia tuvo lugar en noviembre de 2021, y ya generó entonces críticas de grupos de intelectuales franceses, tanto porque el Nobel de 2010 nunca ha escrito en lengua francesa como por sus posiciones políticas.

Su edad de ingreso tampoco sigue los cánones de la institución, que desde 2010 había establecido un tope de 75 años como máximo para presentarse candidato a uno de los 40 sillones.

“Los inmortales” se reúnen una vez por semana, cada jueves, en privado y a las 15.00 horas, y su misión es contribuir al perfeccionamiento de la lengua francesa y actualizar el diccionario.