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Los muchos sabores del español en Nueva York

15/02/2009

Matías Maciel, Daily NewsLa mayoría de los inmigrantes hispanos al llegar a Estados Unidos se enfrentan con un doble desafío. El primero y común también a los hablantes de otras lenguas, es aprender el idioma inglés. El segundo, en cambio, es exclusivo para los hispanohablantes y es el despojo de los localismos que cada uno trae de su región de origen.Así las cosas, ¿qué español se habla en Nueva York? ¿Podría decirse que hay un dialecto del español en la ciudad?Para Ricardo Otheguy, profesor de Lingüística en el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, es apresurado hablar de una variedad neoyorquina, aunque sí podrían señalarse "varios rasgos que le son comunes a casi todos los hablantes del español en Nueva York".Tanto es así que Otheguy, de origen cubano, explica que siempre evita hablar del "español de Nueva York" y decir "español en Nueva York", que en muchos casos aparece teñido por características propias de un vecindario.Por otra parte, Otheguy señala que "suele decirse que el español en Nueva York es una lengua que tiene muy pocos nietos, puesto que lo habla el inmigrante, y, en gran medida, también sus hijos, mientras que la tercera generación lo habla muy poco".No obstante, el académico opina que el español vive en la actualidad un momento de consolidación: "Se trata de un proceso, no de una cosa que esté terminada y lograda. Es un proceso de consolidación en relación con algunos aspectos léxicos y a la fraseología"."Sin embargo es ocioso hacer proyecciones porque no sabemos lo que ocurrirá cuando cese la inmigración, porque el español en Estados Unidos se nutre de los refuerzos diarios que recibe de Latinoamérica", añade. Más allá de las especulaciones de las encuestas censales, los expertos observan que el español se ha enriquecido de manera significativa en los últimos lustros.Así opina Gerardo Piña Rosales, director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) y residente en Nueva York desde hace 35 años. "No sólo he visto una mejoría, sino un verdadero interés por el español, sobre todo entre los jóvenes, por lo que hay que sentirse muy optimista de cara al futuro", destaca.Por su parte, Piña Rosales considera que es difícil precisar qué variedad de español se habla en la ciudad, por la enorme cantidad de grupos provenientes de toda Hispanoamérica.Sin embargo arriesga a decir que alguien recién llegado podría percibir "un sabor del Caribe", a diferencia de otras ciudades del país, donde quizá se distingue en mayor medida el color mexicano.Por último, Piña Rosales señala que la ANLE, la más joven de las 21 academias del mundo hispano, recomienda a los hispanohablantes aprender bien el idioma inglés y mantener el idioma español antes de recurrir al espanglish."No condenamos el espanglish, pues nadie puede condenar una forma de hablar", argumenta."Pero pensamos que se trata de una forma híbrida y creemos que al promover la mezcla de los dos idiomas se haría un flaco favor a las nuevas generaciones, que perderían el conocimiento de una lengua universal como es el español".