Habiéndose recontado los votos de 830 de los 1.035 distritos electorales, un 24 por ciento sí apoya la iniciativa impulsada por el lobby prorruso de Letonia. Este plebiscito tiene el objetivo «poner a prueba a los traidores del Estado», en palabras del director de teatro Alvis Hermanis, contrario a esta iniciativa. En esta misma línea se ha manifestado el primer ministro, Valdis Dombrovskis, quien ha declarado que «esta es una votación sobre las raíces del Estado letón». A la salida del colegio electoral, Dombrovskis ha vaticinado que se registrará una alta participación y un rechazo a que el ruso se convierta en la segunda lengua oficial de Letonia. El presidente de Letonia, Andris Berzins, y la presidenta del Parlamento, Solvita Aboltina, también han votado en contra, según ha precisado la agencia de noticias rusa RIA Novosti. Los letones de habla rusa representan un tercio de los dos millones de personas que viven en la exrepública soviética, que declaró su independencia en 1991 después de 50 años de ocupación comunista. Frente a las pancartas opositoras de 'Dí no', el diario prorruso 'Vesti Sevodnia' titulaba este sábado 'No pierdas tu oportunidad para mostrar tu actitud ante lo que ha estado ocurriendo en Letonia durante los últimos 20 años'. Por su parte, el organizador del plebiscito, Vladimitr Linderman, ha exhortado a los letones de origen ruso que consideren esta votación como el momento cumbre para «la lucha por sus derechos». En la víspera del referéndum, 20 diputados de los partidos conservadores del Parlamento letón presentaron una demanda ante el Tribunal Constitucional para exigir la invalidación del plebiscito, ante lo cual el Tribunal ha aceptado examinar su petición, aunque ha descartado anular la votación.