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Lenguas antiguas que no ha sido posible aún descifrar

06/07/2020

noticiasdelaciencia.com

Texto escrito en íbero

Un progreso como la comprensión de los jeroglíficos egipcios, gracias a la piedra de Rosetta y Champollion, que permitió avanzar enormemente en el conocimiento de esta civilización, es un golpe de suerte que no suele producirse. De todas formas, los lingüistas han hecho lo posible por comprender todas las lenguas antiguas consideradas extintas, y han hecho considerables avances en ese sentido. Sin embargo, existen aún unas cuantas lenguas que se resisten a ser descifradas por la ciencia.

Cada año se pierden lenguas en el mundo porque dejan de ser utilizadas, pero estas dejan atrás un bagaje escrito y hablado que puede ser estudiado por los especialistas. En 2010, la muerte de William Rozario, el único hablante de una variedad del criollo indo-portugués (Cochin), provocó que este lenguaje pasara a la historia como un ente vivo. Ya no se enseña, y otros lo han reemplazado.

Es un proceso conocido y que ha pasado siempre. En el siglo XX se extinguieron un centenar de lenguas, y en el presente lo han hecho más de diez.

Otras lenguas, consideradas muertas, no evolucionan pero aún se usan, como el latín o el sánscrito, y por tanto se conocen bien. Y aún otras no tenían forma escrita y desaparecieron completamente.

El fenómeno de la globalización podría acabar con el 90 por ciento de las lenguas habladas en unas décadas, sustituidas por otras mucho más practicadas, como el inglés, el chino o el español.

Por eso es tan importante preservar los escritos de lenguas que quizá algún día dejarán de ser utilizadas. Pero que tengamos constancia escrita de ellas no quiere decir que las entendamos. De hecho, existen unas cuantas que conocemos y que no hemos podido descifrar (todavía).

En la remota antigüedad, el lenguaje hablado prevalecía y solo mucho después se ideó la forma de dejar constancia escrita, normalmente por consideraciones comerciales, legales, etc. En cuanto se vio que la palabra escrita es una forma ideal de transmisión de conocimientos, esta forma fue potenciada en casi todo el mundo.

Pasar de sonidos a textos implicó idear ciertos aspectos del lenguaje como el alfabeto. En algunas ocasiones, se utilizaron alfabetos de otras lenguas para transcribir un lenguaje en particular. Por ejemplo, la lengua íbera prerromana dispone de un alfabeto bien conocido porque fue una adaptación del griego. Es decir, podemos leer un texto en íbero y saber aproximadamente cómo suena, pero no sabemos lo que significan sus palabras. 

El inglés o el español usan el mismo alfabeto, pero sus palabras tienen significados distintos. Necesitaríamos un diccionario que permitiese traducir las palabras en íbero a una lengua conocida. A pesar de todo, se han hecho avances para identificar algunos aspectos adicionales del íbero, como algunos elementos gramaticales, si bien ello es insuficiente para entender el idioma. Por desgracia, no existe una piedra de Rosetta del íbero, y eso a pesar de que cuando este se hablaba, el griego y el latín también eran en la península ibérica, lenguajes muy conocidos.