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La terapia de lenguaje es clave para evitar pequeños tímidos y solitarios

24/10/2022
Paola Gavilanes

El Comercio (Ecuador)

Los expertos recurren a la lectura para mejorar el lenguaje de los menores de edad / Foto: Pexels

Tras algunas conversaciones con la terapeuta de lenguaje, Estefanía decidió inscribir a su hijo, este año,  en Inicial 2, para niños de 4 años.  

José, de 6 años, tiene dificultad para pronunciar varias palabras; matricularlo en Primero de Básica, como le correspondía,  podría generarle estrés. “Me explicó que tendría problemas para comunicarse con sus pares”, recuerda esta madre de familia. 

Su problema de lenguaje también elevaba el riesgo de ser víctima de acoso escolar; es muy común, le recordó la especialista. 

“Fue la mejor decisión”, agrega Estefanía. En su clase, José es uno de los niños que más participa; tiene muchos amiguitos, con los que se entiende muy bien. 

Este pequeño asiste a terapia de lenguaje desde hace cuatro años, cuando sus padres notaron que le costaba  trabajo comunicarse con sus tíos o primos, que lo veían cada 15 días o una vez al mes.  

“Nosotros le entendíamos, pero el resto no, y José se desesperaba”, menciona Estefanía. 

La experta en terapia de lenguaje Dayana Ayacelga explica que esas dificultades se presentan, por lo general, porque los padres no les permiten desarrollar el lenguaje a sus hijos. “Los niños señalan algo, sin necesidad de decir una sola palabra, y obtienen lo que desean”.  

También hay papás y mamás que en lugar de pelota dicen “tota”. Un error, según la especialista. 

Y aunque no se trata de un tema genético, también es posible que el patrón -problemas de lenguaje- se repita de generación en generación. “No es una regla, pero suele ocurrir”, dice Ayacelga. El papá de José habló bien bastante después de los siete años. 

¿Cuándo acudir a terapia? 

Los padres de familia deben buscar guía especializada apenas observen “algo extraño”. Por ejemplo: cuando a los ‘peques’ les cueste relacionarse con gente que esté fuera de su núcleo familiar más cercano: tíos, primos, abuelos, vecinos y más.

Los niños de dos años están en la capacidad de estructurar frases cortas y comunes como: “Mamá ven”, “Mamá, pan”, “Papa, pelota”. 

Ayacelga menciona que la ayuda de expertos es vital para reducir  el riesgo de que los niños se vuelvan tímidos. Los pequeños que tienen dificultades para comunicarse suelen alejarse de sus pares; se vuelven solitarios e inseguros. Y eso, definitivamente, repercute en su desempeño escolar.  

Por miedo a las burlas, ellos se niegan a participar en clase o a integrar grupos de trabajo. 

Los pequeños, por lo general, llegan a la terapia de lenguaje luego de pasar por varios especialistas y descartar problemas, por ejemplo, de audición, frenillo... Algunos también visitan a neurólogos. 

 “Mi hijo estaba perfecto. Me indicaron que no hablaba porque no tenía necesidad de hacerlo”, cuenta Estefanía, quien reconoce que en casa José tenía todo lo que quería con solo señalar. Ahora, si desea algo, tiene que hablar.  

Sobre la terapia 

Cada niño es un mundo distinto. Hay ‘peques’ que a los 7 años de edad recién aprenden ciertos fonemas, cuando se supone que a los 6 años ese proceso debe estar finalizado. Los expertos coinciden en que entre los 1 y 3 años la mayoría de los niños pronuncian los sonidos vocálicos a, e, i, o, u, y las consonantes p, b, m, n. “Pero no es una regla general”, dice Ayacelga. 

Para que los menores mejoren su lenguaje de forma natural, los terapeutas recurren a métodos lúdicos: juegan, cantan, revisan videos, recitan poemas...  

La terapeuta de José le pidió leer cuentos y repetir las palabras. Ese ‘trabajo’ lo hace en casa, junto a su madre. Ambos visitan a la especialista dos veces a la semana. 

Al consultorio de Ayacelga llegan niños de varias edades, pero generalmente están entre los 5 y 6 años de edad. Solo en una ocasión recibió a un adolescente; tenía problemas para pronunciar palabras con la letra R.  

“Él, por iniciativa propia, conversó con sus padres y les pidió ayuda. Quería corregir la pronunciación para evitar que sus compañeros se le burlen en el colegio”. 

Tome nota 

La psicóloga infantil y psicorrehabilitadora Nataly Briones cuenta que la pandemia del covid-19 afecta el proceso de aprendizaje de los niños. 

Los pequeños también aprenden a hablar de forma más fluida cuando comparten con niños de su misma edad. Durante la crisis sanitaria, ellos pasaron en casa frente a un dispositivo electrónico. 

De acuerdo con el portal especializado healthychildren.org, los niños de 2 años pueden decir aproximadamente entre 50 y 100 palabras. 

Para evitar que los niños presenten retraso en el lenguaje, los especialistas recomiendan a los padres hablarles correctamente, evitando cortar palabras, aunque suene divertido. 

También es importante que los padres corrijan a sus hijos. Es necesario hacerles caer en cuenta cuando pronuncian mal una palabra. Hay que repetirla varias veces, durante el día.