twitter account

La supervivencia del quechua: la batalla del Perú por su identidad lingüística

29/05/2025
Paarth Mathur

Indígenas peruanos con sus trajes típicos / Imagen generada por Dall-E

El panorama lingüístico del Perú es una historia de resiliencia. Desde la conquista española en 1532, los esfuerzos por erradicar lenguas indígenas como el quechua fueron incesantes.

Sin embargo, a pesar de siglos de represión —mediante la conquista, la conversión religiosa y la legislación colonial—, el quechua perduró. Su supervivencia refleja la fortaleza de las tradiciones orales y la identidad cultural del Perú.

Dominación y resiliencia: el paisaje lingüístico del quechua en el Perú

La llegada de Francisco Pizarro marcó el inicio de profundos cambios culturales y lingüísticos. El español se convirtió rápidamente en la lengua de gobierno, la educación y el comercio, difundiéndose no solo por la fuerza, sino mediante políticas deliberadas que marginaron las lenguas nativas. Los misioneros católicos utilizaron el español para convertir a las poblaciones indígenas, consolidando aún más la autoridad colonial en la vida cotidiana.

A pesar de estas presiones, el quechua, lengua de los incas, sobrevivió. Prosperó gracias a la tradición oral y a la determinación de las comunidades indígenas que se resistieron a la asimilación lingüística total.

Los imperios Wari e Inca: fundamentos del quechua

Siglos antes de los incas, el Imperio Wari (600-1000 d. C.) sentó las bases para la expansión del quechua. Mediante una administración centralizada y una extensa red de caminos, los Wari difundieron las primeras formas del quechua por los Andes, utilizándolo como herramienta de comunicación e integración entre diversas regiones. Incluso después de la decadencia del imperio, el quechua persistió en muchas zonas, sentando las bases para los incas.

El Imperio Inca (siglos XV y XVI) no solo adoptó el quechua, sino que lo transformó. Los incas ampliaron su vocabulario para la administración, la religión y el comercio. Formalizaron su gramática y la promovieron como lengua común para unificar su vasto territorio multicultural.

Sin embargo, los incas no eliminaron los dialectos locales. El quechua se convirtió en lengua franca, coexistiendo con otras lenguas habladas en los Andes e incorporando características de ellas. Este proceso creó un entorno lingüístico rico y complejo que reflejó la diversidad del imperio.

Una parte clave del sistema administrativo inca era el quipu , un sofisticado sistema de cuerdas anudadas utilizado para almacenar y transmitir datos. Si bien no era un sistema de escritura en el sentido convencional, los quipus registraban información numérica y burocrática, como impuestos y datos censales. Algunos investigadores creen que los nudos y los colores también codificaban significados simbólicos, aunque esto aún no está comprobado. Junto con la transmisión oral del quechua, el quipu facilitó la comunicación imperial eficaz a grandes distancias.

Supresión colonial y adaptación lingüística

El período colonial español trajo consigo cambios radicales en el orden lingüístico del Perú. El español se convirtió en la lengua oficial de gobierno, educación y comercio. Se posicionó como símbolo de modernidad y progreso, especialmente en las escuelas e iglesias coloniales.

El español se convirtió en un requisito indispensable para el progreso social y político. Los decretos legales, incluida la ley de 1770 del rey Carlos III que prohibía las lenguas nativas, buscaban erradicar por completo las lenguas indígenas. Sin embargo, el quechua continuó sobreviviendo y adaptándose.

En el altiplano andino, el español absorbió los sonidos y la sintaxis del quechua, dando origen al español andino, una variedad regional distintiva. Los hablantes eliminaron las consonantes finales, diciendo má' en lugar de más, tre' en lugar de tres. Esto no fue solo un préstamo lingüístico, sino una resistencia cultural. Los hablantes indígenas reinterpretaron el español a través de su propia cosmovisión.

Español amazónico y diversidad lingüística

En la Amazonía, donde la presencia colonial fue menos dominante, el español amazónico surgió a través del intercambio cotidiano con numerosas lenguas indígenas. Este dialecto es más flexible y fluido, y a menudo suaviza u omite consonantes como la "r" y la "d". El "pared" se convierte en "pa'é", imitando los patrones de pronunciación nativos.

Estas adaptaciones regionales resaltan cómo las comunidades indígenas no simplemente adoptaron el español: lo transformaron.

Palabras quechuas en español: símbolos de resistencia

Algunas palabras quechuas se adoptaron sin problemas en el español cotidiano, especialmente en referencia al mundo natural y la vida tradicional andina. Términos como puma y llama tienen un profundo significado cultural.

En la cosmología inca, el puma simbolizaba sabiduría y equilibrio. Hoy en día, la palabra aún evoca esos antiguos significados. La llama, fuente de transporte, lana y alimento desde tiempos inmemoriales, también representa resistencia y adaptación. Su continua presencia simbólica en la lengua y el folclore da testimonio de la perdurable influencia del quechua.

El futuro del quechua: revitalización y resiliencia

A pesar de siglos de supresión, el quechua sobrevive, no solo como lengua, sino como expresión viva de la identidad cultural. Continúan los esfuerzos para preservarlo, desde programas de educación bilingüe hasta herramientas de aprendizaje digital y protecciones legales como la Ley de Derechos Lingüísticos del Perú de 2017.

Estos movimientos no se basan en la nostalgia, sino en asegurar un futuro cultural vibrante. El resurgimiento del quechua forma parte de un compromiso más amplio con los derechos indígenas, la memoria cultural y la diversidad lingüística.

Un patrimonio vivo

La supervivencia del quechua es un testimonio de la resiliencia de los pueblos andinos. Nos recuerda que las lenguas, al igual que las culturas que las hablan, son dinámicas y perdurables. El futuro del Perú no reside en elegir una lengua sobre otra, sino en celebrar la coexistencia, reconociendo que cada lengua conlleva una cosmovisión única, un legado de pensamiento y una voz que vale la pena preservar.

Cuando una lengua desaparece, también desaparece una forma de entender el mundo. Al honrar tanto el quechua como el español, Perú abraza la profundidad de su herencia y ofrece un poderoso modelo de resiliencia cultural para el mundo.

Paarth Mathur es el autor de Voces: Dinámica lingüística y cultural de la población de refugiados en los Estados Unidos.