La inteligencia artificial y el idioma español
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, y los países de habla hispana vienen invirtiendo en modelos propios para asegurar su autonomía tecnológica y fomentar su cultura lingüística. El caso más emblemático es Alia, el primer gran modelo de lenguaje (LLM) desarrollado específicamente para el español y sus variantes regionales.
Alia fue lanzado en 2025 por el gobierno español como parte de una estrategia para crear una infraestructura pública y abierta de IA. El proyecto contó con la colaboración del Barcelona Supercomputing Center, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, lo que garantizó que el modelo fuera entrenado con datos de alta calidad y reflejara fielmente las particularidades del español europeo, latinoamericano y de otras lenguas oficiales de España, como el catalán, el gallego, el valenciano y el euskera.
La principal característica de Alia es su código abierto, permitiendo que empresas, universidades e instituciones públicas lo adapten y lo utilicen en diferentes ámbitos, desde chatbots y asistentes virtuales hasta aplicaciones en el área de la salud y en la gestión pública. Entre los primeros usos destacados figuran proyectos para optimizar la atención de la Agencia Tributaria española y para apoyar diagnósticos médicos en hospitales públicos.
Además de Alia, también surgieron modelos regionales en América Latina, impulsados por universidades y centros de investigación que buscan adaptar los grandes modelos globales al contexto local, promoviendo el español latinoamericano y sus matices culturales.
Estos avances posicionan al español entre los idiomas con mayor respaldo en IA, garantizando que la tecnología respete y valore la diversidad lingüística y cultural del mundo hispano, y fortaleciendo a la vez la soberanía digital de los países hispanohablantes.
En América Latina, el interés por el desarrollo de inteligencia artificial ha ido en aumento, impulsado tanto por la necesidad de soluciones tecnológicas propias como por la oportunidad de fortalecer la identidad cultural y lingüística de la región. Aunque la infraestructura computacional y la inversión en investigación aún son limitadas en comparación con otras partes del mundo, han surgido iniciativas prometedoras lideradas por universidades públicas, centros de investigación y consorcios regionales.
Uno de los enfoques más relevantes ha sido la adaptación de modelos globales al contexto latinoamericano, incorporando corpus locales que reflejan el uso del español en diferentes países de la región, así como expresiones indígenas, jergas y registros coloquiales. Este trabajo no solo mejora la precisión y la utilidad de los modelos para usuarios locales, sino que también protege el patrimonio lingüístico y cultural que muchas veces queda relegado en las grandes plataformas internacionales.
Brasil, aunque con lengua diferente, ha sido pionero en la región, y su experiencia ha servido de inspiración para países hispanohablantes. En México, Argentina, Colombia y Chile se han lanzado programas nacionales de IA con componentes dedicados al idioma, la educación y la salud. Además, diversas startups tecnológicas han comenzado a crear productos basados en IA que entienden y responden al habla local, lo que favorece una mejor experiencia de usuario y amplía el acceso a tecnologías avanzadas.
Por otra parte, varias organizaciones latinoamericanas han abogado por una IA ética y centrada en el bienestar social, impulsando marcos normativos que regulen el uso de datos, promuevan la transparencia algorítmica y eviten sesgos discriminatorios. Estas preocupaciones son especialmente importantes en contextos de desigualdad social y acceso limitado a la tecnología.
Así, el desarrollo de IA en América Latina no solo busca ponerse al día con el avance global, sino también crear un modelo propio, inclusivo, accesible y culturalmente relevante, que contribuya tanto al progreso tecnológico como a la consolidación de una soberanía digital latinoamericana.