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Irene Lozano: La lengua no configura ninguna identidad nacional

27/09/2005

Madrid, 27 sep (EFE).- La escritora y periodista Irene Lozano Domingo ganó este martes el XXII Premio Espasa de Ensayo, con "Lenguas en guerra", un texto en el que afirma que, como los derechos humanos, "la lengua es de cada persona", y critica la instrumentalización de las lenguas en los conflictos políticos.Lozano Domingo, que concurrió al premio, dotado con 30.000 euros, bajo el seudónimo de "Berlioz", fue designada ganadora por un jurado presidido por Fernando Savater y compuesto también por Jon Juaristi, Vicente Verdú, Amando de Miguel y Pilar Cortés, ésta última, en representación de la editorial Espasa."Ha sido un debate muy armónico, las obras eran de calidad y muy publicables, pero hemos estado de acuerdo en que destacaba una, por el tema tan actual que abordaba, y por el tratamiento que le daba", señaló Savater, momentos antes de abrir, para la prensa, la plica donde figuraba quién estaba tras el seudónimo de "Berlioz".La ganadora, con quien el jurado se puso en contacto telefónico nada más hacer público su fallo, agradeció el premio y explicó que su ensayo arranca con una exposición sobre la lengua como "facultad universal, característica del género humano en su conjunto", cuyos orígenes, muy desconocidos, se suelen situar hace 40.000 años.Siguiendo a Chomsky y su gramática generativa, Irene Lozano recuerda cómo, en el fondo, todas las lenguas comparten un mismo tipo de estructura y proceso gramatical, y atribuye al relativo aislamiento en que vivían los distintos grupos sociales existentes hace miles de años el que hayan llegado a existir distintas lenguas.Tras señalar cómo la hegemonía del castellano no es el resultado de la imposición castellana a la que los partidos nacionalistas suelen referirse, la escritora se centra en "los componentes culturales a los que se ha dado más peso a la hora de un conflicto político", y se muestra muy crítica con esa instrumentalización política, que crea conceptos como el de la "lengua propia" y deja en el olvido la función de una lengua como instrumento para el conocimiento y la comunicación.Lozano Domingo, para quien lo que hay son "lenguas hermanas", es difícil basarse en una diferencia lingüística a la hora de hablar de nacionalidad diferente."Mi libro está basado en el conflicto que existe actualmente, hace mención a ese conflicto, aunque no con nombres y apellidos", explicó por teléfono esta licenciada en Lingüística Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, que ha pertenecido durante los últimos diez años a la redacción del diario El Mundo, con el que sigue colaborando, y ha escrito libros como "Lenguaje femenino, lenguaje masculino", y biografías como "Federica Montseny. Una anarquista en el poder"."Es un tema que me rondaba desde que era estudiante, sobre todo porque muchas veces se cargan las tintas en contra de las lenguas, cuando éstas conviven pacíficamente y sus hablantes también, a menos que estén muy mediatizados o politizados", señaló la autora.Para Jon Juaristi, ganador de este mismo premio hace años con "El bucle melancólico", "Lenguas en guerra" hace "un recorrido muy interesante sobre la regulación política de las lenguas en España" que abarca desde el siglo XX, cuando, en tiempos de Primo de Rivera, se reglamenta por primera vez el uso del español como lengua oficial, hasta los distintos cuerpos legislativos existentes hoy en día, como la Constitución o los estatutos de autonomía."Es desmitificador, porque resalta el déficit y la desgana del legislador por una ordenación rígida en torno al uso de las lenguas", señaló Juaristi, que encuentra "bien tratada" en el ensayo de Lozano "la base franquista de la ideología de la lengua patria".La escritora trata precisamente el concepto de "lengua propia", "los equívocos acerca de este término" en la última parte de su libro, el más interesante a ojos del jurado, en el que, según Amando de Miguel, la autora "se moja" y afirma que las lenguas, como los derechos humanos, son propias de cada hablante" y que no existen lenguas propias sólo porque el estatuto autonómico diga eso.