Experta de la Universidad de Alcalá investiga el uso del lenguaje para generar miedo

María Dolores Porto Requejo
Alcalá de Henares, 11 oct (EFE). Estudiar la razón que origina el miedo generalizado en la población a problemáticas sociales es el objeto de estudio de la filóloga de la Universidad de Alcalá de Henares, María Dolores Porto Requejo, para quien el uso de ciertas palabras influye en la reacción ante las situaciones a las que se asocian.
Si lo que no se nombra no existe, lo que se dice crea un imaginario que a veces no es ajeno a intereses subyacentes y ahí utilizar, asegura Porto Requejo, palabras como invasión para hablar del fenómeno migratorio o de kale borroka (en euskera, ‘pelea callejera’) ante unos disturbios esconde tras de sí una idea que, una vez creada, es mucho más difícil de contrarrestar.
María Dolores Porto Requejo, profesora titular de Filología Inglesa en la Universidad de Alcalá (UAH), asegura que en sus trabajos intenta estudiar de dónde viene el miedo generalizado en la gente y su conclusión es que su origen “está en los discursos del odio y los conceptos que se utilizan en ellos”.
Estas palabras del miedo no son inocentes. “Es muy fácil ver cómo se usan conceptos que crean ciertas imágenes no del todo consecuentes con el poder que tienen y que de alguna manera activan de forma subconsciente nuestras emociones”, comenta la experta.
Se refiere, por ejemplo, a las comparaciones de lo sucedido en la llegada a Madrid de La Vuelta Ciclista a España con el cerco a Sarajevo y asegura que “parece algo sin importancia, descabellado, pero se activa una sensación de inseguridad en mucha gente, ya que esas palabras remiten a imágenes de guerra”.
Una vez creado ese miedo la sociedad reacciona con una respuesta focalizada en la protección, según Porto, que añade que por eso escuchamos también discursos que remiten a “proteger a nuestras hijas” o “salvar la nación”.
Para esta filóloga estas palabras trabajan en el subconsciente de manera sibilina, de modo que “si llamas centro de ilegales a un centro de acogida, consigues que se asocie una serie de conceptos negativos a algo que, en realidad, crea una imagen bonita ligada a la acogida”.
En su opinión, esta forma de transmitir ciertos discursos se ve con mayor claridad al tratar la migración, asunto en el que “muchos hablan de inmigración masiva cuando no es masiva”.
Desde su punto de vista, la sociedad debería aprender a detectar el uso intencionado y dirigido de estas palabras y aconseja “pensar despacio para ver hasta qué punto se trata de una exageración”.
De esta manera, concluye esta especialista, las personas que reciben estos discursos podrían ser más conscientes de cuándo se utiliza el lenguaje “para manipularnos y avivar en nosotros determinadas emociones que nos lleven a actuar llevados por un miedo infundado”. EFE