España quiere aprovechar
bicentenario para estrechar lazos
EFEEl gobierno español quiere aprovechar el bicentenario de la Independencia de las repúblicas latinoamericanas como una «oportunidad» para seguir construyendo un «futuro mejor, de más proximidad, de más bienestar» entre los países y pueblos de España y América Latina.Así lo dijo la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que participó hoy en la segunda jornada del V Congreso Iberoamericano de Nuevo Periodismo, dedicado este año dedicado al bicentenario y que se celebra en la localidad española de Comillas, en la norteña región de Cantabria.El monumental Palacio de Sobrellano acoge desde ayer y hasta mañana este encuentro, que reúne a periodistas, historiadores y políticos de ambas orillas del Atlántico que analizan cómo puede el periodismo actual hacer del bicentenario un aniversario de cooperación y no de enfrentamiento.Fernández de la Vega explicó que el gobierno español pretende tener un papel de «acompañamiento» en la conmemoración del bicentenario ya que los «protagonistas» son los países latinoamericanos.«Nosotros tenemos que estar acompañándoles en el espacio que ellos consideren adecuado y aprovechar estas oportunidades para que nuestra historia, cultura y lengua pueda permitir seguir avanzando en proyectos de futuro y valores compartidos», añadió.La vicepresidenta española apostó por «estrechar más si cabe» los lazos con Latinoamérica compartiendo el «diagnóstico de temas« y planteando «soluciones compartidas a los grandes retos que tiene el mundo globalizado».«Juntos tendremos más fuerza», apostilló.En su conferencia, Fernández de la Vega defendió además el principio de gobernanza global «en estos momentos de incertidumbres» frente a un «auténtico manejo del poder de la comunicación» por parte de «actores que no dudan en poner en riesgo la estabilidad económica de un país, de una moneda o incluso del sistema financiero global con tal de obtener un beneficio».Al hablar de los medios de comunicación en el contexto actual, la vicepresidenta consideró que éstos han de «extremar sus cautelas y su exigencia de veracidad, de rigor y de responsabilidad ante la amenaza de la manipulación y de la especulación».Señaló que en estos doscientos años que han transcurrido desde la independencia de las repúblicas latinoamericanas se ha escrito y reflexionado sobre las relaciones de la política con los medios.«La relación de la prensa con la política entraña siempre cierta tensión, pero siempre ha sido, es y será una relación necesaria, imprescindible e irrenunciable para toda democracia», aseveró.Por eso, dijo, «nada han temido más todos los tiranos que el libre ejercicio de la palabra».«No hay libertad política, ciudadanía cívica sin libertad de prensa, y la propia libertad de prensa crea ciudadanía. Así fue en las independencias americanas, y así fue también en el constitucionalismo español que surgió en esos mismos años», matizó.A su juicio, «la prensa, los medios de comunicación fueron entonces, y no han dejado de serlo en estos doscientos años, verdaderas escuelas, verdaderos manuales de ciudadanía y de democracia». Del bicentenario y del papel del periodismo también habló hoy el editor jefe del diario «El Tiempo» de Bogotá, Ernesto Cortés, quien lamentó que los medios de comunicación latinoamericanos no estén dedicando más tiempo y espacio a esta conmemoración.Cortés, Premio Rey de España de Periodismo, echó en falta creatividad, recursos y capacidad para que este asunto llegue a las nuevas generaciones de la región.En esta segunda jornada se volvió a hablar de la importancia del idioma español y de su pujanza y, en este caso, lo hizo el presidente de la Agencia Efe, Álex Grijelmo.Destacó que la unidad del idioma español es «más fruto del consenso que de la imposición» y consideró que habría que acabar con esos «complejos» y recordar que esa cohesión de la lengua es «voluntaria y consagrada en los diccionarios».«Deberíamos los periodistas, sobre todo los españoles, romper con ese mito de que este bien que ahora tenemos -la unidad y la cohesión del idioma- es fruto de las armas y no del comercio y de las relaciones culturales», subrayó Grijelmo.El gobierno español quiere aprovechar el bicentenario de la independencia de las repúblicas latinoamericanas como una «oportunidad» para seguir construyendo un «futuro mejor, de más proximidad, de más bienestar» entre los países y pueblos de España y América Latina.Así lo dijo la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que participó hoy en la segunda jornada del V Congreso Iberoamericano de Nuevo Periodismo, dedicado este año dedicado al bicentenario y que se celebra en la localidad española de Comillas, en la norteña región de Cantabria.El monumental Palacio de Sobrellano acoge desde ayer y hasta mañana este encuentro, que reúne a periodistas, historiadores y políticos de ambas orillas del Atlántico que analizan cómo puede el periodismo actual hacer del bicentenario un aniversario de cooperación y no de enfrentamiento.Fernández de la Vega explicó que el gobierno español pretende tener un papel de «acompañamiento» en la conmemoración del bicentenario ya que los «protagonistas» son los países latinoamericanos.«Nosotros tenemos que estar acompañándoles en el espacio que ellos consideren adecuado y aprovechar estas oportunidades para que nuestra historia, cultura y lengua pueda permitir seguir avanzando en proyectos de futuro y valores compartidos», añadió.La vicepresidenta española apostó por «estrechar más si cabe» los lazos con Latinoamérica compartiendo el «diagnóstico de temas» y planteando «soluciones compartidas a los grandes retos que tiene el mundo globalizado».«Juntos tendremos más fuerza», apostilló.En su conferencia, Fernández de la Vega defendió además el principio de gobernanza global «en estos momentos de incertidumbres» frente a un «auténtico manejo del poder de la comunicación» por parte de «actores que no dudan en poner en riesgo la estabilidad económica de un país, de una moneda o incluso del sistema financiero global con tal de obtener un beneficio».Al hablar de los medios de comunicación en el contexto actual, la vicepresidenta consideró que éstos han de «extremar sus cautelas y su exigencia de veracidad, de rigor y de responsabilidad ante la amenaza de la manipulación y de la especulación».Señaló que en estos doscientos años que han transcurrido desde la independencia de las repúblicas latinoamericanas se ha escrito y reflexionado sobre las relaciones de la política con los medios.«La relación de la prensa con la política entraña siempre cierta tensión, pero siempre ha sido, es y será una relación necesaria, imprescindible e irrenunciable para toda democracia», aseveró.Por eso, dijo, «nada han temido más todos los tiranos que el libre ejercicio de la palabra».«No hay libertad política, ciudadanía cívica sin libertad de prensa, y la propia libertad de prensa crea ciudadanía. Así fue en las independencias americanas, y así fue también en el constitucionalismo español que surgió en esos mismos años», matizó.A su juicio, «la prensa, los medios de comunicación fueron entonces, y no han dejado de serlo en estos doscientos años, verdaderas escuelas, verdaderos manuales de ciudadanía y de democracia».Del bicentenario y del papel del periodismo también habló hoy el editor jefe del diario «El Tiempo» de Bogotá, Ernesto Cortés, quien lamentó que los medios de comunicación latinoamericanos no estén dedicando más tiempo y espacio a esta conmemoración.Cortés, Premio Rey de España de Periodismo, echó en falta creatividad, recursos y capacidad para que este asunto llegue a las nuevas generaciones de la región.En esta segunda jornada se volvió a hablar de la importancia del idioma español y de su pujanza y, en este caso, lo hizo el presidente de la Agencia Efe, Álex Grijelmo.Destacó que la unidad del idioma español es «más fruto del consenso que de la imposición» y consideró que habría que acabar con esos «complejos» y recordar que esa cohesión de la lengua es «voluntaria y consagrada en los diccionarios».«Deberíamos los periodistas, sobre todo los españoles, romper con ese mito de que este bien que ahora tenemos -la unidad y la cohesión del idioma- es fruto de las armas y no del comercio y de las relaciones culturales», subrayó Grijelmo.