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Escritor mexicano defiende derecho de cualquier persona a no leer

31/08/2005

México, 31 ago (EFE).- El investigador mexicano Juan Domingo Argüelles aseguró hoy que las personas tienen derecho a no leer y a demostrar su disgusto por esta actividad, siempre y cuando lo hayan intentado alguna vez."La gente está en su derecho de no leer y decir que no le gusta. El asunto es que lo afirmen teniendo la experiencia de haber leído alguna vez. Haríamos muy mal al pregonar que es una pérdida para la humanidad que no todo el mundo juegue fútbol, el mismo criterio se aplica para el hábito de la lectura", dijo Argüelles a EFE."Si llegamos a moralizar sobre el tema, podemos hacerlo sobre otros gustos de la gente. Es decir, hay personas satisfechas con otras aficiones y jamás han sentido que valen menos por no leer", agregó en entrevista el investigador mexicano.Los datos oficiales apuntan a que los mexicanos leen un libro al año, muy por debajo del mínimo que recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).Hace dos años, Argüelles publicó un libro titulado "¿Qué leen los que no leen? El poder inmaterial de la literatura, la tradición literaria y el hábito de leer", que abordaba este asunto.En 2004 publicó "Leer es un camino. Los libros y la lectura: del discurso autoritario a la mitología bien intencionada", y este año acaba de lanzar la conclusión de su trilogía bajo el título "Historias de lecturas y lectores. Los caminos de los que sí leen".El nuevo volumen reúne trece entrevistas con narradores, poetas, ensayistas, cuentacuentos, científicos e investigadores como los mexicanos José Agustín, Julieta Fierro, Mónica Lavín, Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska.El investigador cuestiona a los entrevistados cómo se iniciaron en la lectura, qué títulos marcaron su vida, qué placer les causa el hábito, entre otros asuntos.Así, el autor José Agustín confiesa que la lectura es una experiencia vital, además de literaria y artística, a Fierro, astrónoma, le brinda un espacio en el que encuentra respuestas a sus preguntas, mientras que al intelectual Carlos Monsiváis le incapacita."Para cerrar la trilogía entrevisté a lectores consumados, con cierto prestigio y con nivel elevado de capacidad lectora, para mostrar de qué manera se habían formado cada uno de ellos", abundó Argüelles.De esta forma, según el escritor, queda probado que los lectores son distintos y cuando son grandes aficionados, difícilmente pueden prescindir de la lectura."Las entrevistas me sirvieron para confirmar que la mayor parte de las personas que crecen entre libros serán lectores. Sin embargo, también tuve la prueba de que a pesar de la ausencia de ejemplares en la niñez o en la juventud, las personas también pueden convertirse en grandes lectores", concluyó. Molina muestra vida de mujer prisionera de nazismo y estalinismo