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Entrevista al nuevo director de la
Academia Española

21/12/2010

José Manuel Blecua Perdices será el nuevo director de la Real Academia Española. Nacido en Zaragoza en 1939, este lingüista, hijo y hermano de filólogos —la estirpe de los Blecua, aragoneses de cuna y barceloneses de adopción—,ha acabado siendo el tapado, el candidato que tenía el apoyo de la mayoría discreta, frente a Darío Villanueva, el candidato oficialista promovido por el director saliente, Víctor García de la Concha. En el 2005 presidió el año Quijote y se manifestó en contra de fastos y de grandes espectáculos, algo en lo que la Academia panhispánica se ha prodigado en los últimos años.

«Preferimos un camino lento y seguro», dijo entonces. ¿Sigue siendo su divisa? Espero que sí, porque me gustaría que se impusiera la seriedad, la austeridad y, sobre todo, la simplicidad, pero también la eficacia. ¿Cuál es su primer reto? Terminar las cuestiones que están más a mano: mi propio tomo de la Gramática para la Feria del Libro; el manual de la Gramática para la enseñanza primaria y secundaria; el prontuario de la Ortografía, actualizar la edición del Diccionario, que toca en el 2013, y, sobre todo, el portal.¿Cómo afronta la política panhispánica? Con la misma decisión que don Víctor, intentando reforzar los vínculos y sobre todo la colaboración de las comisiones interacadémicas. Es vital para lograr no sólo una política de unidad, sino para que las obras resulten medianamente completas. ¿Alguna obra de nuevo cuño? En Hispanoamérica se están preparando los diccionarios escolares por zonas. Una base común, de un 80%, para que todos los niños tengan un conocimiento común; y luego hay un 20% que corresponde a la zona del Río de la Plata, de América Central... ¿Qué novedades habrá en el nuevo portal? Estará disponible todo el fichero de la Academia, que es de una riqueza extraordinaria, con 12,5 millones de fichas, así como los materiales con los que se está elaborando el Diccionario histórico.A raíz de su elección, dado que no salió Darío Villanueva, que era el candidato propuesto por el director saliente... Eso lo dice usted. ... ¿hay una división en la RAE entre lingüistas y mediáticos (escritores y periodistas)? Es más un tópico que una realidad. Donde no hay unidad a veces es en los lingüistas: unos pensamos una cosa y otros piensan lo contrario. Gracias a la inquietud de los creadores, que se enfrentan a la ambigüedad a propósito de los demostrativos, hemos tenido interesantes discusiones. Las citas que aparecen en las últimas obras académicas han sido tomadas en su mayoría de la prensa escrita, ¿por qué? La prensa es una de las fuentes básicas de documentación, quizá la más importante. Es donde aparecen los neologismos, los tecnicismos... En el deporte, para llamar la atención, se buscan metáforas audaces. Los suplementos de los domingos, por ejemplo, son un material riquísimo para ver lo que es la lengua estándar. Y luego están los americanos: no podemos tener acceso a toda la lengua de América si no es con este tipo de publicaciones. Si los periodistas son fieles a la norma, no innovan, y si son audaces, pueden transgredir en exceso. ¿Qué consejo les daría?Que busquen el equilibrio entre la tradición y la originalidad, en dosis que se balanceen. Así se crea lentamente una innovación en el lenguaje que a la larga triunfa. En cambio, la renovación brusca no arraiga. ¿El gran revuelo mediático que ha rodeado a la nueva Ortografía denota fisuras en el consenso panhispánico? Los académicos que asistieron a la presentación estaban muy satisfechos de haber llegado a buen puerto. Al margen de las discusiones lógicas que hay en todas las comisiones. Su padre leyó una canción de los Beatles a sus alumnos como si fuera un poema. ¿Usted a qué cantante o grupo recurriría?Yo tengo debilidad por Joan Manuel Serrat, lo reconozco. En el 2006, sobre la situación del castellano en Catalunya, afirmó: «Yo, que soy el catedrático de Lengua Española más antiguo de Catalunya, no me siento perseguido, sino más bien todo lo contrario». ¿Sigue pensando igual? Cómo voy a decir que me siento perseguido si he tenido todos los honores. El último ha sido el premio Vicens Vives de la Generalitat al mérito docente. Aparte de que yo no me dejaría perseguir. En contraposición a los esfuerzos por la unidad del español en los países hispanohablantes, ¿qué opina de la marcada división existente en los territorios en que se habla catalán? Son tradiciones completamente distintas. Yo creo que habría que superar esta cuestión, que en el fondo no favorece a nadie. Y son tan válidas unas variedades dialectales como otras.