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En las aulas de Buenos Aires se libra una batalla por el lenguaje incluyente

22/07/2022
Ana Lankes

Estudiantes sostienen un cartel con lenguaje inclusivo frente a su escuela /

En lugar de decir “amigos”, algunos hispanohablantes usan “amigues”. En lugar de “todos”, algunos escriben “todxs”. Y unos carteles que decían “bienvenidos”, ahora dicen “bienvenid@s”. Los cambios, que habían sido adoptados de manera informal por los profesores de las escuelas en Buenos Aires, fueron un esfuerzo deliberado por incluir a personas que no se identifican como hombres ni mujeres en un idioma en el que muchas palabras se clasifican como masculinas o femeninas.

En América Latina se está usando cada vez más un lenguaje neutral en cuanto al género, así como en otros idiomas, incluidos el inglés y el francés, por parte de partidarios que dicen que ayuda a crear una sociedad más incluyente.

Pero para algunos hispanohablantes, incluidos muchos académicos y políticos, los cambios degradan un idioma hablado por 500 millones de personas en todo el mundo.

En Argentina, la tensión ha pasado de ser una guerra de opinión pública a convertirse en una batalla de políticas. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires, la capital de la nación, prohibió el mes pasado que los maestros usaran palabras de género neutral durante la clase y en las comunicaciones con los padres. La ministra de Educación de la ciudad dijo que ese lenguaje violaba las reglas del español y obstaculizaba la comprensión lectora de los estudiantes.

Esa medida, que es una de las primeras reglas adoptadas en el mundo para prohibir específicamente el uso del lenguaje neutro o inclusivo, provocó una reacción rápida. El principal funcionario de la educación en Argentina, el ministro de Educación Jaime Perczyk, criticó la regla y al menos cinco organizaciones, una mezcla de grupos de derechos de las personas gay y de derechos civiles, han presentado demandas para anularla.

Perczyk, ministro de Educación de Argentina, comparó la medida con las prohibiciones contra la escritura zurda bajo la dictadura fascista de Francisco Franco en España. “Con eso pensaban que corregían algo y las causas son más profundas”, dijo, y explicó que los estudiantes usan un lenguaje neutral en cuanto al género como una herramienta para combatir las actitudes sexistas que prevalecen en la cultura argentina.

En las lenguas romances, como el español, el francés, el italiano y el portugués, el debate sobre la terminología de género neutral puede ser particularmente feroz porque toda la gramática tiene género.

El lenguaje de género neutral ha escandalizado a los puristas lingüísticos. La Real Academia Española, considerada por muchos como el guardián del idioma español, describió el uso de “e”, “@” y “X”, que se usan en vez de la “o” y la “a” que a menudo establecen el género de una palabra, como “ajeno a la morfología del español” en un informe de 2020.

El año pasado, el ministro de Educación de Francia recomendó evitar la escritura inclusiva en las comunicaciones del ministerio y en las escuelas. Un destacado diccionario francés provocó indignación en octubre pasado después de que agregó iel, un pronombre singular de género neutro.

El debate ha pasado a formar parte de una guerra cultural emergente en América Latina. En diciembre, la agencia de educación pública de Uruguay emitió un memorando que limita el uso del lenguaje inclusivo diciendo que este “deberá ajustarse a las reglas del idioma español”.