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"El Quijote", ejemplo de periodismo ético y respeto a la verdad

20/08/2005

Por Javier AliagaLa Paz, 20 ago (EFE).- Además de un tratado de ética, "El Quijote" es una lección de periodismo sobre el valor de las verdades desnudas y la distancia entre realidad y fantasía, según el director de la Academia Boliviana de la Lengua, Raúl Rivadeneira.El escritor y periodista boliviano llegó a esa conclusión en el ensayo "Huellas noticiosas del Caballero Andante", presentado a la Academia Boliviana de la Lengua como parte de los homenajes al IV Centenario de la publicación de la primera parte de la obra de Miguel de Cervantes (1547-1616).Rivadeneira rastreó en la novela los "gérmenes periodísticos", utilizados por el inmortal autor para contar las andanzas justicieras de Don Quijote y su escudero, Sancho Panza.El valor de la novedad, la avidez por contar cosas, el uso del "lead" o encabezamiento y del "background" o antecedentes en sus relatos, así como las preguntas directas para evitar respuestas ambiguas son esas "huellas" del periodismo descubiertas en "El Quijote".Rivadeneira dijo a EFE que en la célebre obra cervantina se encuentra "un tratado de ética humana, amor, bondad y veracidad", pero los periodistas, con una atenta lectura, también pueden sacar sus propias lecciones.En la novela, "primero tenemos la distinción entre la realidad y la fantasía, después entre lo verdadero y lo falso, y luego lo verificado y lo especulativo", apuntó.Por ejemplo, en el Capítulo XII de la primera parte, titulada "De lo que contó un cabrero a los que estaban con Don Quijote", Rivadeneira encuentra párrafos en los que Cervantes construye relatos de acuerdo con las preguntas qué, quién, cuándo, dónde y por qué, base del actual género informativo."Pues sabed -prosiguió el mozo- que murió esta mañana aquel famoso pastor estudiante llamado Grisóstomo, y se murmura que ha muerto de amores de aquella endiablada moza de Marcela, la hija de Guillermo el rico, aquella que se anda en hábito de pastora por esos andurriales", es una de esas frases que se asemejan a un "lead".El interés de Don Quijote por las noticias que circulan de boca en boca sobre sus hazañas y su pedido explícito a Sancho Panza de que se las relate "sin añadir al bien, ni quitar al mal cosa alguna", es decir, sólo "verdades desnudas", es también otra lección periodística."¡Cuánto valor tienen actualmente los consejos y reflexiones de Don Quijote! Bastaría cambiar de sujetos y decirles a nuestros periodistas que informen la verdad a sus lectores, televidentes, radioescuchas o usuarios del Internet sin distorsionar los hechos", apostilló."En pocas palabras, el Caballero de la Mancha ofrece una lúcida lección de moral para la práctica de la comunicación de noticias", subrayó Rivadeneira en un discurso presentado en la Academia de la Lengua esta semana.Pero además, Don Quijote muestra en la novela un empeño por interrogar con preguntas directas sobre los hechos dudosos en la misma línea del periodismo actual, cuya finalidad es despejar incertidumbres."Don Quijote trata de disipar las suyas (incertidumbres) para lo cual interroga al modo de una buena entrevista periodística, con preguntas directas, tan claras que no admiten respuestas ambiguas o evasivas", añadió Rivadeneira."Qué carro es éste, qué lleváis en él y qué banderas son aquéstas", es otra de las frases elegidas para ilustrar esa afirmación.Términos de linaje periodístico, casi desconocidos actualmente, como "postillón", nombre con el que se designaba a los antiguos correos a caballo, y "billetes", que eran cartas o notas breves, son otras de las referencias citadas por el autor.A su juicio, estos ángulos detectados en "El Quijote" confirman que la obra tiene múltiples facetas y es una fuente inagotable "de inspiraciones recreadoras" para nuevas lecturas, pese haber sido escrita hace cuatrocientos años.