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El papa Francisco contradice a Benedicto XVI en traducción de misal

07/09/2020

El Concilio de Trento (1545-1563)

El Papa Francisco aprobó la nueva edición del Misal Romano en lengua italiana. Este último contiene una traducción que Benedicto XVI, entonces Papa, consideró ‒con razón‒ errónea, y cuya corrección solicitó.

La consagración de la Preciosísima Sangre del canon de la Misa incluye, tanto en el misal tradicional como en el nuevo misal, esta fórmula: Hic est calix sanguinis mei(…) qui pro vobis et pro multis effundetur -Este es el cáliz de mi Sangre (…) que por ustedes y por muchos será derramada".

Sin embargo, después de la promulgación del Novus Ordo, se tradujeron muchas versiones en lenguas vernáculas: "que será derramada por ustedes y por todos". En inglés, for all, en alemán, für alle, en español, por todos, y en italiano, per tutti. En francés, existe una cierta ambigüedad, siendo la traducción más común: "pour la multitude".

La intervención de Benedicto XVI

Tres meses después de su elección, Benedicto XVI se comprometió a corregir este punto. Lo primero que hizo fue solicitar una consulta a los obispos mundiales, misma que fue llevada a cabo por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

El 17 de octubre de 2006, el cardenal Arinze, prefecto de dicha congregación, envió una carta a todos los presidentes de las conferencias episcopales. Reconoció que muchas traducciones en lengua vernácula usaban las palabras "por todos", afirmando que esto no socavaba la validez de la Misa. Sin embargo, dio seis razones para utilizar la traducción "por muchos":

- el hecho de que estas palabras están tomadas del santo Evangelio: Mt 26, 28 y Mc 14, 24. (En griego el término es "polloi" que significa "muchos");

- el rito romano siempre ha dicho "pro multis";

- los ritos orientales tienen términos iguales o equivalentes;

- la traducción exacta de "pro multis" es "por muchos";

- las reiteradas solicitudes del Vaticano para garantizar la exactitud de las traducciones;

- el argumento más importante recordaba -sin nombrarlo- la distinción entre redención objetiva y redención subjetiva.

Por redención objetiva, se entiende el hecho de que el sacrificio de Cristo es suficiente para salvar a toda la humanidad. Esto es lo que expresa Santo Tomás en el Adoro Te: "cujus una stilla salvum fácere, totum mundum quit ab ómni scélere -de la que una sola gota [de la Preciosa Sangre] puede liberar, de todas las faltas, al mundo entero".

Pero la salvación no es algo automático: el alma debe participar en ella, arrepintiéndose de sus faltas y adhiriéndose a su redentor. La redención subjetiva es, por tanto, la redención efectiva de un alma a la que se aplican eficazmente los méritos de Nuestro Señor. Sin embargo, no todos serán salvos, como afirma Jesucristo en el Evangelio del juicio final en Mt 25, 31-46.

Las esclarecedoras explicaciones del Catecismo del Concilio de Trento

Así es como el Catecismo del Concilio de Trento explica estas palabras: "Las palabras que siguen: 'Por ustedes y por muchos', están sacadas de San Mateo las primeras, y de San Lucas las segundas, más luego las unió la santa Iglesia, instruida por el Espíritu de Dios, y se ordenan a declarar el fruto y utilidad de la Pasión.

"Porque, si atendemos a su eficacia, nos vemos obligados a confesar que el Salvador derramó su Sangre por la salvación de todos, más si consideramos el fruto que los hombres sacan de ella, entendemos fácilmente que su utilidad no se extiende a todos, sino solamente a muchos. Por eso, cuando el Señor dijo 'por ustedes', se refirió, o bien a los que allí estaban presentes, o bien a los elegidos del pueblo judío, cuales eran los discípulos con quienes estaba hablando, excepto Judas; y cuando añadió 'por muchos', quiso indicar a todos los demás elegidos, tanto judíos como gentiles.

"Más con razón no quiso decir: 'por todos', porque entonces sólo hablaba de los frutos de la Pasión, la cual sólo para los elegidos debía producir frutos de salvación. A esto aluden aquellas palabras del Apóstol: 'Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de muchos' (He. 9:26); y lo que el Señor dijo según San Juan: 'Yo por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me has dado, porque son tuyos'. (Jn. 17:9)".

Luego de la intervención de Benedicto XVI, algunas traducciones vernáculas corrigieron su elección y retomaron la fórmula "por muchos": así sucedió en Alemania, España, Hungría, Estados Unidos, Reino Unido y en varios países latinoamericanos. Sin embargo, en Austria e Italia, se negaron a corregir la traducción. Hoy, esta negativa ha recibido el apoyo del Papa Francisco.

Así, este último actúa de forma contraria a su predecesor, y confirma una traducción que, con razón, podemos calificar de errónea, ya que no respeta ni el texto del misal, ni el texto del Evangelio, inspirado por Dios, del que es tomada. La traducción "por todos" evoca peligrosamente la idea de que todos los hombres son salvos, independientemente de su actitud hacia Dios.