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El lenguaje no nació con las palabras: un nuevo estudio explica el verdadero origen

18/01/2023
C. Macías

¿Para qué sirve el lenguaje? Una palabra, o una letra, o un sonido, un gesto, también la falta de todo, cualquier posibilidad de significado, el lenguaje existe porque nos cala, de la misma forma, quizás, que el agua, y eso es una infinidad de formas. ¿Por qué entonces imaginamos a nuestros antepasados y antepasadas más remotos guiándose a través de gruñidos, comunicando ideas simples con unos pocos sonidos guturales, expresándose solo con el interior del cuerpo asomando?

La importancia de las manos

Como explica un grupo de investigadores de la Universidad de Australia Occidental y la Universidad Nacional de Australia, que se han propuesto descifrar los orígenes del lenguaje, cualquier modo de comunicación no verbal (sonido o gesto) que sea más fácil de interpretar puede que se haya utilizado como precursor del lenguaje oral. Tal vez no siempre tuvimos las palabras, tal vez no siempre las tengamos; incluso cuando no surja la voz, las manos permanecen.

Precisamente, al contrario de lo que ahora nos suena típico, existe una teoría alternativa a la estandarizada en torno a las sucesiones del lenguaje que se centra en estas últimas y no en la boca como el lugar en que nació la comunicación compleja. Con una serie de experimentos, los investigadores han intentado probar si los gestos o los sonidos no lingüísticos fueron alguna vez la principal forma de transmitir un mensaje.

 Los resultados, publicados en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, sugieren que a diferencia de la boca, las manos son importantes para un sinfín de actividades diferentes, como cocinar o cuidar, por lo que tiene sentido que en algún momento de nuestro desarrollo social la boca tomara el control y liberase a las manos.

La mitad de los idiomas son solo orales

En su primer experimento, que examinaba la influencia de la cultura en la comunicación, abordaron la cuestión de la universalidad. "Si los gestos son el modo principal de creación del lenguaje, dicen los investigadores, entonces el éxito de la comunicación debería ser mayor para las señales manuales que para los sonidos, tanto dentro de una cultura como entre distintas", asumieron.

Según los datos oficiales, existen aproximadamente siete mil idiomas en el mundo en la actualidad; de los que, explica la escritora Chelsea Steinauer-Scudder en Emergence Magazine, la mayoría se originaron y son hablados por pueblos indígenas. Hasta la mitad de los idiomas del mundo son orales, sin ortografía, sin diccionarios.

Con una serie de participantes, comenzaron a recorrer las hipótesis mediante la observación de tareas que evidenciaban el valor de distintas formas de comunicar. Para empezar, pidieron a quienes tenían una discapacidad visual severa que siguieran el mismo procedimiento que el resto a la hora de hacer las pruebas. "Las personas con muy poca vista no pueden confiar en los gestos aprendidos socialmente para transmitir significado, por lo que los tipos de gestos que crean para representar palabras pueden decirnos mucho sobre la importancia de nuestras interacciones físicas con el medio ambiente en el desarrollo del lenguaje", argumentan.

Todas las capas de un solo gesto

Resulta que, a los participantes con discapacidad visual, se les ocurrieron gestos que eran sorprendentemente similares a los de los participantes videntes, a pesar de su falta de experiencia compartida.

"Las personas con discapacidad visual son especialmente interesantes porque su éxito con los gestos no puede deberse al aprendizaje social", sostiene uno de los autores, "en cambio, hemos podido argumentar que, debido a que comparten el mismo plan corporal que las personas videntes y usan su cuerpo para interactuar y comprender el mundo de manera similar, representan el mundo de manera similar en la modalidad de gestos, de ahí su éxito. Por ejemplo, al igual que las personas videntes, las personas ciegas a menudo comunicaban la palabra 'beber' simulando manualmente que se llevaban un recipiente a la boca y bebían de él".

Por tanto, si los gestos resultan una forma universal de comunicación, entonces las señales espontáneas que generamos para transmitir significado deberían ser más similares en forma que nuestras vocalizaciones. Tal vez sin darnos cuenta, esto se constata cada día: todos los idiomas hablados de hoy en día tienen sistemas de gestos integrados.

No solemos pensar en ellos conscientemente, pero los movimientos de nuestros cuerpos agregan ricas capas de significado a nuestro discurso oral. Al fin y al cabo, los gestos siempre han ayudado al habla, pero agregar habla a los gestos hace poco para mejorar el éxito de la comunicación.