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El español: rezagado en la internet

24/09/2005

Por Clara RecioEn Estados Unidos hay más computadoras que personas adultas, mientras en los países latinoamericanos tener una computadora es todavía un privilegio reservado a una pequeña minoríaCada vez más, las actividades de la gente, la vida misma, dependen de la Internet. Por eso el director general del portal “Infoamérica” advierte: “Si el mundo iberoamericano quiere tener un espacio en el mundo globalizado, ser un interlocutor que haga escuchar su voz, tiene que empezar a generar más contenidos culturales y de desarrollo científico y tecnológico en Internet, porque hasta ahora el español, como lengua o idioma, está poco representado. En esta representación no todo depende del poder económico y político”, dijo el mencionado director.Indicó el también catedrático de la Universidad de Málaga que en la cartografía del conocimiento que ahora se refleja en la “web”, el mundo hispano sólo podrá defender un espacio cultural cuando tenga una mayor presencia en contenidos. “Sólo así podremos defender nuestra identidad, la cultura y la ideología de nuestras naciones, con un lenguaje que, ante todo, es de paz”.El investigador indicó que, más allá de hablar del número de hablantes de una lengua en el mundo, Internet abre la posibilidad para que las culturas tengan una mayor presencia internacional y una mayor interlocución en temas que afectan al desarrollo global. Precisó que en este momento “el español sólo logra ser un pequeño relieve junto a las cumbres que tienen el inglés, el alemán y el francés en ese mapa orográfico que también es el mapa del conocimiento”.Afirmó que en el mundo de la “web” el inglés tiene una “sobrerrepresentación” ocasionada por el hecho de ser una “lengua franca y de transacción comercial”, pero en seguida hay lenguas como el alemán, que tienen poca representación en densidad poblacional en el mundo, por encima del francés, pero una gran presencia en el ámbito de la cultura. El estudioso explicó que se trata de la cantidad de contenidos que se ha logrado ubicar en ese espacio. Y dijo que el reto de los países hispanohablantes es producir y colocar en la red contenidos sobre su cultura, historia y tradiciones, y propiciar la generación de nuevos conocimientos en las áreas del desarrollo científico y tecnológico.El catedrático afirmó que en esto los gobiernos, mediante las políticas públicas, pueden propiciar que el cambio generacional, el de los jóvenes, pueda ser iniciado. Lamentó, sin embargo, que “esas políticas públicas sean limitadas a veces por los gobernantes, que sólo se preocupan de comprar computadoras para lavar su mala conciencia.E indicó que para comprobar la escasa presencia del español en el mundo globalizado, basta con ingresar a uno de los buscadores más conocidos y colocar la palabra “book”, y en seguida buscar su equivalente en español, “libro”: la diferencia de contenido es de uno a 20, afirma. “Eso refleja claramente la diferencia enorme en las posibilidades de intercambio de nuestro mundo hispano con el anglófono”, concluyó.Quiérase o no, éste es también un asunto de economía. Independientemente de la diferencia entre el número de hispanohablantes y el de anglófonos en el mundo, existe otra, y muy marcada, en lo que llaman la capacidad de compra de uno y otro grupo.En Estados Unidos hay más computadoras que personas adultas, mientras en los países latinoamericanos tener una computadora es todavía un privilegio reservado a una pequeña minoría. Así, muy bien puede pensarse que si “el español se encuentra rezagado en la cultura globalizada”, ello se debe a la pobreza de la mayoría de las naciones hispanohablantes, más que al número de computadores en poder del grupo.