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Del náhuatl al español: palabras heredadas

28/09/2021

La lista de palabras heredadas del náhuatl al español es extensa, principalmente, en lo que se refiere a las bebidas y los alimentos.

Para el siglo XVI fue conocida como la lengua mexicana; también se le ha denominado lengua azteca, nombres con los que se hace referencia a los pueblos de la cuenca de México, pero que no comprenden a los nahuas de otros lugares.

Los actuales nahuas usan algunas de estas expresiones para identificarse: mexicatl, mexcatl, mexicano, mexicano tlajtol, maseual tlatol, maseual tajtol, nawta, náhuatl.

Los términos tlajtol, tlatol tajtol, por ejemplo, significan 'palabra', de esta forma, maseual tlatol quiere decir 'palabra de gente de pueblo'.

El náhuatl es la lengua sureña de la familia de Yutoazteca. En la antigüedad, los hablantes nahua llegaron hasta el territorio que hoy es Nicaragua, y en El Salvador se habla el pipil, que es un sistema emparentado con el náhuatl.

Distribución geográfica

En México hay más de 20 variantes geografías diferentes, de acuerdo con el catálogo del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) del 2009, y es una de las lenguas originarias con mayor distribución geográfica, sobre todo, por el peso sociopolítico que tuvieron los hablantes nahuas, antes y después de la llegada de los europeos a esas tierras.

Actualmente, los estados con más presencia de pueblos que todavía usan el náhuatl son Puebla, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Tlaxcala, Estado de México, Morelos, Guerrero, Tabasco.

Por otra parte, en menor proporción, es usado en comunidades como Durango, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, el Distrito Federal y Oaxaca.

La palabra más bonita heredada del náhuatl

La palabra considerada como la más bonita del español proviene del náhuatl. Se trata de 'apapacho' una voz que la Real Academia Española (RAE) define como palmadita cariñosa o abrazo.

Sin embargo, para los mexicanos, la palabra tiene una connotación mucho más profunda y espiritual, ya que, para ellos, 'apapachar' se traduce en abrazar o acariciar el alma.

Este término trasciende el mero contacto físico para hacer conexión con lo más profundo del otro ser humano: su alma.

Se trata de un consuelo que va emparentado con la ternura. Etimológicamente, la palabra deriva del náhuatl patzoa, que se traduce como 'apretar', aunque otros autores la relacionan con la palabra apachurrar, que la Real Academia considera sinónimo de 'despachurrar'.

Esta última palabra también es útil en el ámbito culinario, sobre todo, en la preparación de guacamoles, en el que se destripan los aguacates. Este es un plato con sabor a náhuatl.

Para seguir con el ambiente culinario, 'guacamole' proviene de la combinación de las palabras ahuacatl mulli. Esta última significa 'salsa'; de allí que se puedan conseguir tantos moles en la gastronomía mexicana.

En cambio, la palabra ahuacatl se emplea para hacer referencia a la fruta del árbol que lleva el mismo nombre.

Una herencia amplia

Entre otras palabras que el náhuatl ha regalado al español se encuentra el chile, el tomate, los cacahuates y el cacao.

Además del 'cacao', también el 'chocolate', que proviene de xoco, término que se traduce como 'amargo'; otra es atl que significa 'agua',  pues, en su sentido original, el xocolatl era una bebida amarga con algo de picante.

'Chile' es otra palabra que el náhuatl ha heredado al español. El chilli era como los aztecas denominaban a esa fruta picosa.

En el caso de tomatl, su significado es 'cosa gorda', y tlacacahuatl se refiere a 'cacao de tierra', pues tlalli es 'tierra' y cacahuatl, 'cacao'.

Este origen puede dar una explicación sobre el por qué en Latinoamérica se pronuncia cacahuate y no cacahuete, como se le dice al maní en España.

La lista de palabras es extensa, principalmente, en lo que se refiere a las frutas, las bebidas y alimentos.

Otro regalo náhuatl menos conocido es la palabra 'chicle', que proviene de tzictli y se traduce como cosa pegajosa, siendo el nombre dado a la resina del árbol de chicozapote que los habitantes de Mesoamérica empleaban como goma para mascar. 

La palabra 'tiza' también procede del náhuatl, en referencia a 'yeso' que se escribe tizatl. Otro término proveniente del náhuatl es 'cipote', que quiere decir niño pequeño.

Esta herencia ancestral es una de las tantas dejadas por pueblos originarios que han existido o existen en la actualidad y que han nutrido no solo al idioma español, con su amplio repertorio de palabras, sino con varias de las tradiciones culturales que son tan particulares como especiales y se han mantenido a través del tiempo.