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Cognición complementaria: la evolución de la inteligencia colectiva

21/06/2021
University of Cambridge

El período que precedió a la aparición de los seres humanos modernos se caracterizó por una gran variabilidad climática y medioambiental. Estas presiones, que ocurrieron a lo largo de cientos de miles de años, fueron las que determinaron la evolución humana.

Una nueva investigación publicada hoy en la revista Cambridge Archaeological Journal propone una nueva teoría de la evolución cognitiva humana titulada “Cognición complementaria”, que sugiere que, al adaptarse a las dramáticas variabilidades ambientales y climáticas, nuestros antepasados evolucionaron para especializarse en formas de pensamiento diferentes, pero complementarias.

La autora principal, la Dra. Helen Taylor, investigadora asociada de la Universidad de Strathclyde y becaria afiliada del Instituto McDonald de Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge, explicó: “Este sistema de cognición complementaria funciona de forma similar a la evolución a nivel genético, pero en lugar de subyacer a la adaptación física, puede subyacer a la inmensa capacidad de nuestra especie para crear adaptaciones conductuales, culturales y tecnológicas. Proporciona información sobre la evolución de adaptaciones exclusivamente humanas, como el lenguaje, sugiriendo que éste evolucionó de forma conjunta con la especialización de la cognición humana”.

La teoría de la cognición complementaria propone que nuestras especies se adaptan y evolucionan culturalmente de forma cooperativa a través de un sistema de búsqueda cognitiva colectiva junto a la búsqueda genética que permite la adaptación fenotípica (la teoría de la evolución por selección natural de Darwin puede interpretarse como un proceso de “búsqueda”) y la búsqueda cognitiva que permite la adaptación conductual.

El Dr. Taylor continuó: “Cada uno de estos sistemas de búsqueda es esencialmente una forma de adaptación que utiliza una mezcla de construcción y explotación de soluciones pasadas y de exploración para actualizarlas; como consecuencia, vemos la evolución de esas soluciones a lo largo del tiempo”. Este es el primer estudio que explora la noción de que los miembros individuales de nuestra especie están neurocognitivamente especializados en estrategias de búsqueda cognitivas complementarias”.

La cognición complementaria podría estar en el centro de la explicación del excepcional nivel de adaptación cultural de nuestra especie y proporciona un marco explicativo de la aparición del lenguaje. Se puede considerar que el lenguaje evolucionó como un medio para facilitar la búsqueda cooperativa y como un mecanismo de herencia para compartir los resultados más complejos de la búsqueda cognitiva complementaria. El lenguaje se considera parte integrante del sistema de cognición complementaria.

La teoría de la cognición complementaria aúna observaciones de disciplinas dispares, mostrando que pueden verse como varias caras de un mismo fenómeno subyacente.

El Dr. Taylor continuó: “Por ejemplo, una forma de cognición que actualmente se considera un trastorno, la dislexia, se muestra como una especialización neurocognitiva cuya naturaleza, a su vez, predice que nuestra especie evolucionó en un entorno muy variable. Esto coincide con las conclusiones de muchas otras disciplinas, incluidas las pruebas paleoarqueológicas que confirman que el crisol de la evolución de nuestra especie fue muy variable”.

Nick Posford, director general de la Asociación Británica de Dislexia, dijo: “Como organización benéfica líder en el ámbito de la dislexia, acogemos con satisfacción la innovadora investigación de la Dra. Helen Taylor sobre la evolución de la cognición complementaria. Aunque nuestros entornos educativos y laborales actuales no suelen estar diseñados para aprovechar al máximo el pensamiento asociado a la dislexia, esperamos que esta investigación proporcione un punto de partida para seguir explorando los beneficios económicos, culturales y sociales que toda la sociedad puede obtener de las capacidades únicas de las personas con dislexia”.

Al mismo tiempo, esto también puede aportar ideas para entender el tipo de evolución cultural acumulativa que se observa en nuestra especie. La especialización en estrategias de búsqueda complementarias y la adaptación cooperativa habrían aumentado enormemente la capacidad de los grupos humanos para producir conocimiento adaptativo, permitiéndonos adaptarnos continuamente a condiciones muy variables. Pero en los períodos de mayor estabilidad y abundancia en los que el conocimiento adaptativo no quedaba obsoleto a ese ritmo, se habría acumulado, y como tal la cognición complementaria puede ser también un factor clave para explicar la evolución cultural acumulativa.

La cognición complementaria nos ha permitido adaptarnos a diferentes entornos, y puede estar en el corazón del éxito de nuestra especie, permitiéndonos adaptarnos mucho más rápido y eficazmente que cualquier otro organismo altamente complejo. Sin embargo, también puede ser la mayor vulnerabilidad de nuestra especie.

El Dr. Taylor concluyó: “El impacto de la actividad humana en el medio ambiente es el ejemplo más acuciante y descarnado de ello. El reto de colaborar y adaptarse cooperativamente a gran escala crea muchas dificultades y puede que hayamos puesto en marcha, sin saberlo, una serie de sistemas y prácticas culturales, sobre todo en la educación, que están socavando nuestra capacidad de adaptación. Estas limitaciones autoimpuestas perturban nuestra capacidad de búsqueda cognitiva complementaria y pueden restringir nuestra capacidad de encontrar y actuar sobre soluciones innovadoras y creativas”.

Complementary cognition has enabled us to adapt to different environments, and may be at the heart of our species’ success, enabling us to adapt much faster and more effectively than any other highly complex organism. However, this may also be our species’ greatest vulnerability.

Dr. Taylor concluded, “The impact of human activity on the environment is the most pressing and stark example of this. The challenge of collaborating and cooperatively adapting at scale creates many difficulties and we may have unwittingly put in place a number of cultural systems and practices, particularly in education, which are undermining our ability to adapt. These self-imposed limitations disrupt our complementary cognitive search capability and may restrict our capacity to find and act upon innovative and creative solutions.”

La cognición complementaria debe considerarse como un punto de partida para explorar un rico ámbito de la evolución humana y como una valiosa herramienta para ayudar a crear una sociedad adaptativa y sostenible. Puede que nuestra especie deba nuestros espectaculares logros tecnológicos y culturales a la especialización neurocognitiva y a la búsqueda cognitiva cooperativa, pero nuestro éxito adaptativo hasta ahora puede desmentir la importancia de alcanzar un equilibrio de enfoques. Si este sistema se desajusta, puede conducir rápidamente a fracasos igualmente espectaculares de adaptación, y para sobrevivir, es fundamental que se explore y comprenda más este sistema.

Referencia: “The Evolution of Complementary Cognition: Humans cooperatively adaptate and evolve through a system of collective cognitive search” por Helen Taylor, Brice Fernandes y Sarah Wright, 16 de junio de 2021, Cambridge Archaeological Journal.

Original en inglés traducido por Deepl y corregido por Ricardo Soca