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Caso rescata del olvido de la historia a las mujeres creadoras

21/10/2005

Madrid, 21 oct (EFE).- Cuando la escritora española Angeles Caso terminó sus estudios de arte en la Universidad, tuvo la sensación de que en el mundo del arte "no habían existido las mujeres hasta el siglo XIX". Ahora, y tras una larga investigación, ha rescatado a estas pintoras, novelistas, poetas, músicas o escultoras protagonistas de la historia.Angeles Caso (Gijón,1959), que además de escritora, periodista y traductora es una gran amante de la historia, presentó hoy su libro "Las olvidadas. Una historia de mujeres creadoras", editado por Planeta, fruto de un largo trabajo de investigación recabado con estudios que se publicaron sólo a partir de 1970 en Estados Unidos, Francia e Italia, no así en España, donde, según la autora, "las mujeres sufrieron doblemente el enclaustramiento"."El caso de las mujeres en España aún es más complicado, porque existen muy pocos estudios rigurosos. Además, las mujeres en España estuvieron sometidas a una situación de mayor reclusión y silencio familiar que las nacidas en otros países europeos", añadió.Caso, finalista del Premio Planeta con "El peso de la sombra" y premio Fernando Lara de Novela con "El largo silencio", saca a la luz a mujeres pintoras, escultoras, ensayistas o poetas que vivieron entre los siglos XII y XVII y que lucharon para conseguir sus metas, "a pesar de que su labor fuera posteriormente silenciada o, incluso, de que tuvieran que ocultarse tras identidades falsas, como la del padre, el hermano o marido, que firmaba las obras y, por supuesto, las cobraba", señaló.Así, la autora habla de mujeres extraordinarias como Hildebranda de Bingen, mujer culta y rebelde, compositora de piezas musicales "maravillosas" y escritora de tratados científicos, que en el siglo XII fue consejera de emperadores y papas y fundadora de monasterios.Según la escritora, uno de los centros que se convirtieron en lugar para la intelectualidad femenina fueron los conventos medievales. "Allí se refugiaban y allí llevaban su labor de creación oculta", subrayó la autora.Mujeres muy poco conocidas pero que tuvieron tanta obra como Santa Teresa de Jesús o Sor Juan Inés de la Cruz, como Cristina de Pisan, "que vivió momentos muy duros como todas aquellas que se rebelaron ante el dominio del hombre". Nacida en Venecia en 1364, de padre médico y astrólogo, que le trasmitió su pasión por el conocimiento, de Pisan vivió con su familia en la corte francesa de Carlos V.Esta poetisa reunió en un libro sus "Cien baladas", de tema amoroso y dedicadas a su esposo muerto, siguiendo la tradición iniciada por Safo y "las trovadoras de la lengua de oc, aquellas damas que en los siglos XI y XII convirtieron los castillos provenzales en verdaderas cortes del amor, donde practicaban el juego del amor cortés y sus expresiones poéticas".Pero además del convento, el celibato también era otro de los refugios para estas mujeres que querían dedicarse al saber, como Isotta Nogarola, que optó por ser célibe para poder escribir uno de los tratados humanistas más respetados sobre la responsabilidad de Adán y Eva en la caída, haciendo de Adán, por primera vez, copartícipe del pecado.En el apartado de la escultura, la autora sostiene la hipótesis de que había tan pocas mujeres por la necesidad de un potencial de fuerza que en aquella época la mujer no tenía. "No será hasta finales del XIX cuando empiecen a despuntar, en Norteamérica, mujeres escultoras", contó Caso.La escritora asturiana concluyó que "la única razón" por la cual la presencia de mujeres en cualquiera de los campos de la creación ha sido muchísimo menor que la de los hombres, es la misma por la cual la presencia de las mujeres ha sido muchísimo menor que la de los hombres en cualquier otra actividad pública, prestigiosa y capaz de proporcionar dinero: la opresión masculina".