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Carlos Fuentes ve en la novela antídoto contra pensamiento único

07/09/2005

Por Rodrigo ZuletaBerlín, 7 sep (EFE).- El escritor mexicano Carlos Fuentes defendió hoy la tradición novelística occidental como un antídoto contra el pensamiento único y pidió, en el discurso inaugural del Festival de Literatura de Berlín, que se siga cultivando la herencia antidogmática del Quijote de cara a los retos contemporáneos.En su discurso, titulado "Elogio de la novela" y pronunciado enteramente en inglés, Fuentes empezó destacando los vínculos erasmistas de Miguel de Cervantes, que él no podía reconocer debido a la presión de la Contrarreforma y que hacen del Quijote un libro en el que todo es incierto y equívoco, al revés de lo que ocurre con el dogmatismo.La incertidumbre, además, según Fuentes, se ve fortalecida por lo que él considera como la "gran revolución democrática de Cervantes", consistente en la "creación de la novela como un lugar común, el lugar de encuentro en la ciudad, la plaza donde todos tienen derecho a ser oídos pero nadie tiene el derecho a decir la última palabra".Con esa polifonía antidogmática Cervantes reaccionó a la época que le tocó vivir, marcada por la decadencia del imperio español y la imposición forzosa del catolicismo a musulmanes y judíos, lo que provocó que la sociedad española viviera en una perpetua mascarada.Así como Cervantes -según Fuentes- "respondió a esa sociedad degradada con el triunfo de la imaginación crítica", los escritores contemporáneos también están ante una sociedad que ha perdido la dignidad y deben responder "a lo que ocurre en la historia con la pasión de la literatura".Además de repetir quejas típicas de la izquierda, como la de que el gasto militar supera la inversiones en educación, salud y desarrollo, y de lamentar que la lucha contra el terrorismo rara vez se pregunta por sus causas, el literato mexicano se enfrentó críticamente a las ideas del "fin de la historia" y del "choque de civilizaciones".Frente al segundo concepto, Fuentes opuso su propia naturaleza de escritor latinoamericano y, por lo tanto, heredero de múltiples culturas -"ibérico, indio y mestizo, negro y mulato, atlántico y pacífico, mediterráneo y caribe, cristiano, árabe, judío, griego y latino"."Esas culturas son mías y no chocan sino que hablan entre ellas, disputan para entenderse y, al menos en mi alma, comparten la relatividad de las actitudes triunfales y la sensación de derrota", dijo Fuentes.Con respecto al fin de la historia -otro de los conceptos claves del pensamiento único-, Fuentes señaló que éste no llegará mientras las muchas voces que hablan en la novela no digan la última palabra y mientras siga viva la imaginación crítica.Esa imaginación crítica, fundada por Cervantes en el Quijote, ha acompañado, según Fuentes a toda la novelística occidental, hasta sus representantes actuales más destacados como Günter Grass, Nadine Gordimer o Juan Goytisolo.Ya Thomas Mann, cuando Europa estaba al borde del abismo por el ascenso del nazismo y el estallido de la II Guerra Mundial, se llevó, como contacto clave con la tradición de Occidente, un ejemplar del Quijote a su exilio estadounidense.Lo que pide ahora Fuentes es continuar esa tradición de la imaginación crítica en contra del peligro de convertirnos en "esclavos de imágenes hipnotizantes que no hemos escogido" o "en robots satisfechos que se divierten hasta la muerte".Contra esos peligros, Fuentes recomienda reafirmar el lenguaje y la literatura como fundamentos de la cultura, "puertas de la experiencia, techo de la imaginación, sótano de la memoria, habitación del amor y, ante todo, las ventanas que están abiertas al aire de la duda y a la incertidumbre del preguntar"."La religión es dogmática, la política es ideológica, la razón tiene que ser lógica. Pero la literatura tiene el derecho a ser equívoca", dijo Fuentes.Ya Cervantes, añadió Fuentes, puso en duda, siguiendo el ejemplo de Erasmo, los dogmas de la razón y de la fe para hacer posible el diálogo y la búsqueda de la verdad, a través de la mentira de las ficciones, aunque ésta nunca se alcance plenamente.