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Brasil y Portugal no hablan la misma lengua

28/10/2008

Por Érica Chaves, SOITU.ESQuienes hablamos español sabemos que con un latinoamericano no tenemos problemas: hablamos el mismo idioma, nos da igual leer a un argentino, a un peruano o a un colombiano, y podemos consultar las webs de los periódicos en español del país que queramos. Somos una comunidad de unos 400 millones de hispanohablantes y no nos planteamos más. Pero, si la historia de Portugal y sus antiguas colonias debería ser similar, no lo es. Para nada. Aunque parezca extraño, existen dos normas ortográficas diferentes: la portuguesa y la brasileña. Después de la llegada de los portugueses a Brasil, muchas cosas han cambiado, incluso la lengua. La evolución natural del idioma y las reformas unilaterales de la lengua han hecho que el portugués practicado hoy en Brasil y en los otros siete países de lengua portuguesa sea muy diferente. Pero las cosas van a cambiar: esto sólo será así hasta que la unificación de la Ortografía portuguesa ratificada hace poco sea puesta en práctica.Con esta unificación, se calcula que aproximadamente un 0,5% de las palabras usadas en Brasil cambiará, así como un 1,6% de las usadas en Portugal y en los otros seis países que tienen el portugués como lengua oficial. El Acuerdo Ortográfico (ver pdf) fue definido en 1990 por una comisión de lexicógrafos (profesionales que estudian el origen y formación de las palabras) de la Comunidad de los Países de Lengua Portuguesa (CPLP).Pero ¿cómo se lleva a cabo un proceso así? Uno de los criterios de los cambios aprobados fue el número de hablantes. Cerca de 230 millones de personas hacen que el portugués sea la séptima lengua en el mundo. Brasil suma 185 millones de habitantes, por eso el portugués de Portugal es el que más sufrirá los cambios.La principal justificación para la nueva ortografía es la divulgación del portugués a nivel internacional. Pero, según los opositores, son la literatura y la cultura de un pueblo lo que difunde una lenguaHasta ahora, además de Brasil y Portugal, han ratificado este Acuerdo Santo Tomé y Príncipe y Cabo Verde. Los otros cuatro países de la CPLP (Timor Oriental, Angola, Guinea-Bissau, y Mozambique) lo aprobaron inicialmente, aunque no lo han ratificado. A pesar de eso, con sólo tres firmas se puede ponerse en práctica. El proceso de implantación depende de cada país, por eso no hay una fecha final de obligatoriedad. En Portugal la nueva ortografía será obligatoria en seis años, y en Brasil, en 2012.La principal justificación para una nueva ortografía es la divulgación del portugués en la escena internacional. Pero, según el profesor Luiz Carlos Cagliari, de la Facultad de Ciencias y Letras de la Universidad Estadual de Sao Paulo, lo que difunde una lengua es su literatura y la cultura de un pueblo. "El inglés tiene diferentes modelos ortográficos y el idioma es leído independientemente de dónde es practicado. ¿Por qué tenemos que escribir de una única manera?".Las editoriales brasileñas se han mostrado a favor de la unificación: supondrá mayores ventas y menos trabajo para publicar un libro ya sea en Brasil o en otros países de lengua portuguesa. Según éstas, es necesario cambiar cerca de un 10% del contenido para adaptarlo al portugués de Portugal. Pero, presumiblemente, las cosas no irán tan bien para las pequeñas editoriales, que no tendrán recursos financieros para cambiar las publicaciones.Pero, si las medidas no obtienen consenso en Brasil, tampoco lo consiguen en Portugal. Algunos expertos brasileños dicen que la reforma no ayuda y está llena de fallos. Cagliari es uno de éstos: "La reforma no es necesaria desde el punto de vista teórico académico". Y continúa diciendo que, para leer, el proceso de aprendizaje es fácil, aunque no lo es tanto para escribir. "En Brasil hay un gran número de analfabetos y personas que casi no saben leer, los errores todavía aparecerán en carteles o en documentos importantes. Aprender las nuevas normas es cuestión de escolaridad y no de ortografía".Después de aprobadas las reglas en Portugal, en mayo de este año, el poeta y escritor Vasco Graça Moura entregó al Parlamento portugués un manifiesto con 45 mil firmas contra las nuevas normas de escritura. Según él, si un día los cambios fueran aplicados, sería desastroso, porque las nuevas normas no permiten la pronunciación natural de la lengua. "La sociedad civil se está movilizando y la ley aún puede ser suspendida por el Parlamento. Al Gobierno de Portugal le vendieron un mito y nos subordinamos a Brasil". Graça Moura considera que las editoriales brasileñas tendrán más presencia en el mercado internacional, pero afirma que nunca Portugal y Brasil deberían haber aprobado una ley que dice que con la firma de sólo tres países ya se puede aplicar la ley a todos los países de habla portuguesa. "Eso es una vergüenza para nosotros. Tres no pueden sobreponerse a ocho".El Nobel de Literatura José Saramago, a pesar de afirmar en una entrevista al periódico portugués Publico que no va a cambiarse ni tiene paciencia para volver a los diccionarios o a la escuela, considera que el futuro de la lengua estaría comprometido sin los cambios y que, como tantas otras, la reforma es necesaria, porque Brasil tiene más hablantes que Portugal.Ya hubo otras reformas de la lengua sin el éxito deseado en el intento de unificar el idioma. En 1911, Portugal hizo una reforma unilateral sin consultar con Brasil, lo que profundizó las diferencias en la escritura de los dos países. Veinte años después, un acuerdo de unificación se firmó, pero no se adoptó plenamente. En 1971, finalmente un acuerdo aproximó las normas ortográficas.El caso del castellanoAunque no seamos conscientes de ello, la lengua española también pasó por un proceso similar. Los países de Latinoamérica, con el paso de los años, practicaban otro idioma español, lleno de palabras y acentos propios. Pero, las reformas ocurrieron mucho antes. Chile fue el último país a aceptar las nuevas normas en 1927. "Toda lengua viva está sujeta a influencias de otras lenguas, a neologismos necesarios (e innecesarios, a veces) por causa de las nuevas realidades que necesitan nuevas palabras, pero la unificación es necesaria", explica Fernando Vilches, profesor titular de Lengua Española de la Universidad Rey Juan Carlos.La ortografía de la lengua española está hoy completamente unificada. La Real Academia Española, junto con las Academias correspondientes de los países hispanoamericanos, publicó en el año 1999 la única ortografía válida para todo el ámbito hispanohablante (ver pdf). En 2005, como libro complementario, fue publicado el Diccionario Panhispánico de Dudas.Para todos los expertos consultados y para el profesor Vilches, la difusión de una lengua depende de una mezcla de factores. Según él, la unificación de la lengua es fundamental para su reconocimiento internacional. "La unidad del español en todo el ámbito del mundo hispánico y su carácter 'materno' para alrededor de 300 millones de personas han permitido el despegue actual. Luego vienen su facilidad fonética (casi todo se escribe como se pronuncia) y su proyección económica".