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Álex Grijelmo: "Expresarse bien da más credibilidad"

12/01/2009

Este periodista burgalés va a cumplir cinco años al frente de la cuarta agencia de noticias más importante del mundo precisamente en el año en que ésta celebra el 70 aniversario de su creación, hecho que se produjo en BurgosEntrevista a Álex Grijelmo, presidente de la Agencia EFE.Por R. Pérez Barredo, Diario de Burgos Nacida como un aparato propagandístico del régimen dictatorial surgido tras la Guerra Civil, Efe tuvo que despojarse de esa tara para sobrevivir durante la Transición hasta erigirse en una agencia independiente en la reinstaurada democracia sin perder credibilidad. No parece tarea fácil, habida cuenta de la fosilización y desaparición que registró buena parte de la maquinaria franquista. ¿Cómo se explica que la agencia haya cumplido 70 años convertida en la primera agencia de noticias en español y la cuarta del mundo?Es curiosa la coherencia que se aprecia en la historia de Efe en cuanto a su determinación de ser una gran agencia internacional y, sobre todo, una gran agencia para el mundo hispano. Incluso durante el franquismo ya se proyectaba eso, a pesar de las dificultades que podría plantear el hecho de ser una empresa pública en una dictadura. Sin embargo, los profesionales de Efe y los clientes de la agencia supieron establecer un diálogo diario que constituía un registro de comunicación ajeno al político. Ambas partes sabían que había que desbrozar la información y quedarse con lo valioso desechando lo manipulado. Con el tiempo, la manipulación fue decreciendo y aumentó el buen hacer profesional. Cuando llegó la democracia, Efe contaba con muy buenas bases estructurales para convertirse en una empresa de gran prestigio internacional. Ésa es mi interpretación.Económicamente, Efe lleva varios años obteniendo beneficios sin perjuicio de la calidad en la información ni a costa de puestos de trabajo. ¿Cuál es la clave del éxito?Necesitaría mucho tiempo y mucho espacio para explicar todos los detalles que configuran la gestión de estos casi cinco años. Los cambios han sido muy profundos. Podemos resumir diciendo que se ha controlado mucho el gasto y que hemos lanzado productos de gran valor añadido para mejorar los ingresos (como la Agenda Digital Mundial, un calendario que muestra todo lo que está previsto en España y en el mundo para los próximos 365 días, actualizado al instante; o el Canal Efe, un servicio multimedia para lugares públicos con explotación publicitaria beneficiosa para el dueño del local; o como TVEFE, un servicio de noticias en vídeo editadas para televisiones y ciberpáginas; o las informaciones instantáneas y segmentadas para teléfonos móviles; o los servicios especializados para empresas...). Por otro lado, pusimos en práctica una reorganización comercial en España y en América que ha dado muy buenos resultados. Y no sólo no hemos recortado la plantilla, sino que la hemos incrementado. Pero incrementando también los ingresos por trabajador.En su toma de posesión aseguró que a más rentabilidad, mayor independencia. ¿Ha sido así?Desde luego. La independencia es indivisible. No puedes ser independiente en el terreno informativo si no lo eres en el económico.En este sentido, ¿tanto cuesta ser independiente?A mí nunca me ha costado serlo. Y en esta ocasión, acepté la presidencia de Efe porque creí en el compromiso del presidente del Gobierno de respetar la independencia de los medios estatales, RTVE y Efe. Cinco años después, puedo decir con claridad que ese compromiso se ha cumplido. Ahí está nuestro Estatuto de la Redacción para demostrarlo. Y el testimonio de nuestros clientes, por supuesto. Y los informativos de TVE son los más vistos y una muestra diaria de independencia profesional, muy distinta de lo que se vivió en otras épocas.¿Qué ha sido lo más difícil de estos casi cinco años?Superar las resistencias que se dan en toda organización sometida a cambios importantes, y el pesimismo que se asocia a ellas como mecanismo defensivo. Eso pasa en todas las organizaciones, y también se ha dado en Efe en cierta medida. Pero el momento más difícil que he vivido fue la decisión de despedir a una persona que había plagiado de la Wikipedia el 90% de un reportaje.¿Le preocupa presidir una empresa con 3.000 profesionales en un momento de crisis rampante?Me preocupa muchísimo. Nadie sabe dónde va a terminar esta situación, ni cuándo. Tenemos que dar una vuelta de tuerca más en el control del gasto, porque los ingresos se van a reducir notablemente y necesitamos seguir en rentabilidad para financiar nuestros planes de expansión y de incremento del patrimonio. Efe ya sufrió una etapa de déficit, con casi 250 despidos y la venta de su sede central, entre otras sedes, además de cuatro años de congelación salarial. Ahora necesitamos recuperar el empleo y el patrimonio, para garantizar el futuro de la empresa y mejorar las condiciones de los trabajadores. Bueno, de hecho los salarios han subido en Efe por encima de la inflación en el conjunto de estos últimos cuatro años.Desde su llegada a la presidencia, Latinoamérica ha tenido un tratamiento especial. ¿Se han marcado nuevos objetivos de expansión a corto plazo en algún escenario mundial concreto?Hemos establecido más delegados en América durante esta etapa, frente a la política anterior en que fueron retirados de Ecuador, República Dominicana, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Se han recuperado esas posiciones en estos años, y además hemos abierto nuevas oficinas en España y en el mundo, por ejemplo en León y en Teherán; y hemos recuperado también el servicio en árabe. En el futuro tenemos que reforzar nuestra presencia en Asia y África, pero necesitamos para eso que nos sigan saliendo bien las cuentas.Ha hablado en varias ocasiones de cierta involución en el lenguaje, del deterioro de la lengua precisamente en los medios. ¿Se debe a falta de preparación? ¿a que se adoptan expresiones procedentes de la política que están alejadas de la voz popular o incluso mal empleadas? ¿a que muchos escriben o hablan desde un pedestal?Todo radica en la formación sobre la lengua que reciben los alumnos en la enseñanza secundaria, creo yo. A las universidades llegan con muchas deficiencias. Y conozco licenciados en Periodismo y profesores que cometen faltas de ortografía. No es importante cometer faltas, nadie se muere por eso. Lo importante es lo que significa.¿Expresarse bien da más credibilidad?Sin duda. Con un vocabulario más rico y más preciso y con una sintaxis bien asimilada, se razona mejor y por tanto se convence más.¿Se ha notado mejoría en el buen uso del idioma con la puesta en marcha en 2005 de la Fundación del Español Urgente?Sí. Los informes de la Fundéu-BBVA recogen cómo las sugerencias que emite son asimiladas por los medios que han suscrito los convenios pertinentes para recibir esos consejos y esa evaluación. Es muy notorio el caso de los informativos de Televisión Española. Han mejorado muchísimo.Con todo, parece que el problema está en las escuelas y en las facultades. ¿Hay una solución a corto o medio plazo?Mejorar la enseñanza secundaria, incitar a los niños a que lean. Y también a los universitarios, por supuesto.La lectura como antídoto...Es que es el mejor antídoto.Internet es el gran vehículo de comunicación de nuestro tiempo. ¿Resulta una amenaza para la correcta utilización del lenguaje?Internet es la calle. Una nueva calle que nos hemos encontrado. Y como en la calle, hay de todo.¿Cuáles son –si es que existen- las principales amenazas del español?Todas las amenazas nacen del complejo de inferioridad que sentimos, que nos hace creer más prestigiosas otras lenguas, especialmente el inglés. Y por eso usamos tantos anglicismos, porque nos parece más prestigioso hacer un ‘planning’ que un ‘plan’, y nos resultan más atractivos los ‘outlets’ que los ‘saldos’. Sentirte superior a otro no te hace superior a él. Pero sentirte inferior a otro te convierte inmediatamente en alguien inferior.¿Cómo valora iniciativas como el Diccionario Panhispánico de Dudas o la Nueva Gramática Española en la que han participado las 22 academias de la lengua y que verá la luz este año?Son unas iniciativas formidables. Ya era hora de que los españoles sintiéramos que no somos los dueños del idioma, porque sólo sumamos el 10% de los hablantes. El futuro del español está vinculado a América, y debemos sentir también como nuestras todas las variedades que se hablan en aquel continente.¿Está más vivo el español en América que en España?Está igual de vivo, pero tengo la sensación de que allí aprecian mucho más el español que nosotros los españoles. Estamos rodeados de ejemplos. Uno de ellos: sólo en España se usan las señales de ‘stop’. En América no se pone ‘stop’. En unos países se escribe ‘pare’ y en otros ‘alto’.¿Somos conscientes de que la lengua es un patrimonio común y quizás el más valioso que tenemos?Cada vez lo somos más. En efecto, nuestra lengua es una herencia riquísima, como los ríos o los montes o los museos. Vale la pena conservar todos esos patrimonios y entregárselos en buenas condiciones a las generaciones futuras. A veces me preguntan si soy un purista del lenguaje. Creo que no. Me considero más un ecologista de las palabras, preferiría un idioma hermoso, limpio y claro a un idioma feo, contaminado y oscuro. Como la naturaleza.El exiguo léxico que manejamos (en España, sobre todo) ha provocado la desaparición de muchas palabras. Sin embargo, ha defendido que el genio del idioma ha permitido recobrar algunas. ¿Cómo cuáles?He dedicado un libro entero a hablar de eso... Por ejemplo, ‘azafata’. Esa palabra existía en el siglo XVI, mucho antes de que se inventaran los aviones.¿Y se crean nuevas palabras?Por supuesto, sobre todo para nombrar objetos nuevos. Y las que perdurarán son las que entroncan con el genio del idioma, las que se forman con los propios recursos del español. Por ejemplo, ‘fregona’, o ‘sudadera’, o ‘calculadora’... A veces se nos olvida que el español también puede crear palabras desde dentro de sí mismo.¿Por qué adoptamos con tanta rapidez como naturalidad los anglicismos?Los adoptamos con la misma naturalidad con que luego los olvidamos. Ya casi nadie dice ‘pickup’, o ‘babysitter’..., anglicismos muy exitosos hace años. El genio del idioma bucea en sus propios recursos y ahora decimos ‘tocadiscos’ o ‘canguro’, palabras formadas con las herramientas que nos da nuestra propia lengua, que tiene muchas. Es verdad que algunos anglicismos sobreviven, como ‘fútbol’, pero en ese caso se castellanizan y casi nunca sustituyen a una palabra que existía en español. ‘Balompié’ se inventó luego. Lo malo es cuando decimos ‘cutter’ en vez de ‘estilete’, ‘lanceta’ o ‘fleje’. A menudo los anglicismos son depredadores, acaban con palabras más precisas y con mejores matices.Da la impresión de que las nuevas tecnologías –cada segundo más nuevas y más sofisticadas- nos alejan del español. ¿Cómo podemos defendernos de esa ‘invasión’?En efecto, es sólo una impresión. Esas palabras vinculadas a la informática o a las nuevas tecnologías duran sólo mientraslos inventos llegan a pocas personas. En cuanto se popularizan de verdad, el genio del idioma -que somos todos- les busca sustitutos, casi siempre. Cada vez decimos menos ‘e-mail’, o ‘link’, o ‘pluguin’... Cuando llegó el fútbol y era cosa de unos pocos, se decía ‘referee’, o ‘goalkeaper’, o ‘líner’, y ‘offside’... Ahora nombramos todo eso en español: árbitro, portero, auxiliar, fuera de juego... Se quedaron ‘gol’ y ‘penalti’, pero castellanizadas. Sólo sobreviven unos pocos ejemplos en cada invasión terminológica.A pesar de la importancia de su cargo, en este tiempo no ha dejado de publicar obras que defienden apasionadamente su amor por nuestra lengua. ¿Está trabajando en un nuevo libro?No. Estoy empezando el camino del doctorado; estoy en el segundo curso del Máster oficial. Y luego prepararé la tesis. Bueno, si tengo tiempo para todo. Supongo que mi siguiente publicación será la tesis doctoral, si consigo rematar todo ese proceso académico.¿Se destapará el genio del idioma con algún número de magia en el futuro o evolucionará despacio?Es capaz de ofrecer soluciones mágicas, sí; pero suele responder con lentitud y con imaginación.