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¿Hasta qué punto es normal que el niño no se comunique

10/02/2023
Creado por fin/DMH/LOF

Cuando entre el primero y el segundo año el niño no balbucea o lo hace poco, no realiza gestos o no responde al habla; si a los 2 y 3 años no dice sus primeras palabras –papá, mamá–, no se relaciona o se refiere con pocas palabras a todo; o si entre los 3 y más de 5 años no comprende oraciones ni realiza órdenes simples, no se le entiende lo que dice o no comprende lo que lee, son algunas señales que los padres, cuidadores y profesores deben identificar de manera oportuna para evitar que los trastornos de lenguaje se conviertan en un problema.
“El balbuceo es el principal predictor del lenguaje en los niños, por tanto, si este no lo hace entre el primer y segundo año, es una señal de que algo no anda bien”, amplía la fonoaudióloga María Fernanda Lara, profesora del Departamento de la Comunicación Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá.
Explica además que “cuando un niño balbucea hace un juego vocálico –ñañaña o tatata–, a partir del tercer mes, la laringe baja, lo que permite que puedan alimentarse y hablar, este órgano no baja antes para evitar que se atoren; cuando baja y balbucea empieza a imitar la entonación de lo que hacen sus padres, ese bebé no es sensible a la palabra como tal, por lo general, arranca con las vocales porque no obstruyen ni los labios ni la lengua, lo que sí sucede con las consonantes”.
Durante su participación en la nueva temporada del programa #SaludUNALContigo, iniciativa de la Facultad de Medicina de la UNAL Sede Bogotá que inició con el tema “Señales de riesgo y trastorno del lenguaje”, la profesora Lara manifestó que “los trastornos del lenguaje afectan a dos niños por cada salón de clase en el mundo, y si no se reconocen y atienden de manera oportuna afectan su desempeño académico y social en la infancia, e incluso en la etapa adulta”.
“Quienes trabajamos en esta área nos damos cuenta de que los niños llegan muy tarde al diagnóstico o al tratamiento, por lo cual es importante que padres, cuidadores o profesores aprendan a identificar las señales de riesgo que indican que es el momento justo de acudir a un fonoaudiólogo, a un psicólogo o a un terapeuta del lenguaje”.
La doctora en Ciencia Cognitiva y Lenguaje indicó que las dificultades del lenguaje se aprecian al momento de leer o escribir; afectan más a los niños que a las niñas, y suelen estar relacionados con el nivel educativo de las familias, el cual no tiene que nada que ver con el económico, por lo menos para el caso colombiano.
Al respecto mencionó que en una investigación adelantada por el Centro de la Comunicación Humana se evidenció que “las mujeres con niveles educativos más altos ofrecen mayor diversidad en el lenguaje a sus hijos”.
Valor del lenguaje
La profesora Lara afirmó que el lenguaje es la base de la escolaridad. Lenguaje oral y lectura comparten el 90 % del proceso, luego hay que escribir, y todo esto es clave porque le permite a los seres humanos la interacción social, si esta no se da en óptimas condiciones, cuesta regular el comportamiento y resolver los conflictos; incluso en la etapa adulta las personas en esta situación pueden ver reducidos sus ingresos”.
“Algunos niños, jóvenes y adultos en esta situación suelen ser estigmatizados como desatentos, agresivos o rezagados”, menciona.
En ese sentido es importante combatir ciertos mitos sobre las dificultades de lenguaje, entre ellas el “ya va a crecer”. “Es importante que los padres mantengan una visión equilibrada, ni muy obsesionados ni muy desentendidos”.
Anota que “los niños que inician la escuela con problemas de lenguaje mantendrán un rezago de dos a tres años, lo que les dificultará ponerse al día con sus pares”.
Otra frase que se suele escuchar es que “es perezoso o maleducado”, pero “imagínese a ese niño que le están hablando y no entiende, le hablan rápido, y además debe filtrar la voz del sonido ambiental, obvio le va a costar, en especial si se tiene en cuenta que el promedio de atención de un niño es de 10 minutos y el de un adulto 20 minutos”. Por eso recomienda repetir y marcar la instrucción que se le está dando con el tono de voz.
Para la experta, afirmaciones como: “el problema es de los papás” no son adecuadas, es importante desarrollar empatía hacia las familias que afrontan una situación de este tipo; si la familia tiene poco alfabetismo o educación, esto corresponde a una situación social de desigualdad. De ahí la importancia de la educación pública en todos los niveles.
Según la académica, es esencial realizar un entrenamiento para padres que les ayude a comprender desde la fonoaudiología, la terapia de lenguaje e incluso desde la psicología, qué sucede y cómo puede afrontar su situación.
Así mismo manifestó que algunos de los temas abordados por ella en este espacio se ampliarán durante tres días, en el Congreso Hispanoamericano de Trastornos de Lenguaje que se realizará entre el 24 y el 26 de julio.