LA PALABRA DEL DÍA

Por Ricardo Soca

ETIMOLOGÍA - ORIGEN DE LAS PALABRAS
Jueves, 16 de octubre de 2025

merced

LA PALABRA DEL DÍA

Mercenarios romanos

merced

En la Edad Media en Castilla, era el otorgamiento de un beneficio como recompensa por algún tipo de méritos reconocidos por un señor a un vasallo,  o por el rey a un miembro de la nobleza. Hoy, una merced es premio, un favor o un beneficio que se otorga.

Los latinos llamaron merx, mercis a las provisiones, víveres y vituallas que se vendían en el comercio, y de allí salieron las palabras mercadería y mercado (v. mercado).

El precio de esas mercaderías se llamaba merces, mercium, pero con el tiempo se empleó también para designar el precio pagado a una persona por un servicio, como ocurría en Roma con los mercenarius, los soldados que se enrolaban por dinero.

Poco a poco, merces fue adquiriendo el sentido de ‘recompensa, dádiva o favor que se otorga a alguien gratuitamente’, que es la denotación que llegó a nosotros en la palabra merced.

Y como los católicos suelen pedir a la Virgen favores o mercedes, surgió en Barcelona el culto a Nuestra Señora de la Merced, que dio lugar al nombre propio de mujer Mercedes. A pesar de ser típicamente español, en 1889 fue bautizada así una bebita vienesa de apellido Jellinek. Años más tarde, su padre, Emil Jellinek, se asoció al fabricante de automóviles Gottlieb Daimler para construir un automóvil moderno y lujoso. El modelo tuvo un éxito tan arrollador que su nombre, Mercedes, fue adoptado para todos los automóviles fabricados por Daimler. Esta historia la relata Fernando A. Navarro en su libro Parentescos insólitos del idioma,[1] en el que cuenta que, cuando comenta en algún país de Europa central que su hermana se llama Mercedes, la reacción es sorprendente: ‘¡A quién se le ocurre ponerle a una niña nombre de coche!’.



[1] Madrid: Ediciones del Prado, 2002.

EL MEDIEVALISMO DEL DÍA

scuitare

Del latín auscultare.

tr. Escuchar.

 Non liceat [non conbienet] Kalendis lunam obseruare neque in collectiones [enas collituras] erbarum incantantiones ad tendere [scuitare], nisi cum simbulo et oratione dominica omnia exercereGl. sil. (950-1000).

PÍLDORAS DE LENGUAJE

Cuando uso "no sé", ¿debo utilizar subjuntivo o indicativo para expresar desconocimiento? Por ejemplo: "No sé si sepas que Carlos murió", "No sé dónde viva", "No sé cuántos años tengas, pero...".

Cuando se utiliza el verbo saber y el adverbio negativo no, el desconocimiento está explícitamente expresado, sin matices: 'no se sabe, se desconoce', con lo que lo que se utiliza generalmente el indicativo: «No sé si sabes que Carlos murió», «No sé dónde vive», «No sé cuántos años tienes, pero...». Pero cuado quieren expresar, no desconocimiento, sino duda, se utiliza el subjuntivo: «No sé qué pueda haberle ocurrido» ('no sé si le ha ocurrido algo y qué es'); un pequeño matiz que lo diferencia de «No sé qué puede haberle ocurrido» ('seguramente le ha ocurrido algo, pero no sé qué'). Aunque en muchos hablantes este matiz se ha anulado y se utiliza indiferentemente indicativo o subjuntivo siempre que exista un aspecto dubitativo: «No sé qué te diga», «No sé qué decirte»; «No se sabe quién ha dado la noticia», «No se sabe quién haya dado la noticia».

EL LATÍN DEL DÍA

Sursum corda.

Arriba los corazones. Frase que se emplea para dar ánimo e infundir valor.

Fecha de envío: 
Jueves, 9 de octubre de 2025