privilegio
Exención de una obligación o prerrogativa que disfruta alguien por concesión de una autoridad habilitada para ello o de una norma jurídica específica. No guarda vinculación con las concepciones del derecho moderno, o más bien se opone a él, puesto que la igualdad de derechos hoy es la tendencia predominante.
Sin embargo, rigen en la actualidad muchos privilegios como, por ejemplo, la inmunidad parlamentaria, que permite que los legisladores estén eximidos del proceso penal ordinario y solo puedan ser acusados antesus pares del cuerpo legislativo. En este caso, el privilegio de la inmunidad parlamentaria, de diferente alcance según los países, tiene el propósito de proteger a los representantes elegidos por el pueblo de persecuciones penales por razones espurias.
También se conceden privilegios, generalmente impositivos, a las empresas que el Estado está interesado en promover o estimular.
En la Edad Media, los miembros de la nobleza y del clero gozaban de numerosos privilegios por el solo hecho de pertenecer a estos estamentos, mientras que el resto de la población, el llamado “estado llano” o “tercer estado”, tenía que trabajar para mantenerlos a todos.
La palabra nos llegó del latín privilegium; los romanos hablaban de los privilegium agratiandi, ‘privilegio de conceder el perdón’; privilegium fori, ‘el privilegio del foro’, disfrutado en la Edad Media por el clero, que no estaba sometido a la ley común.
La palabra latina se había formado a partir de privus ‘propio, personal’ y lex ‘ley’, o sea, ‘ley para algunos’. Ambos vocablos latinos provenían de las raíces indoeuropeas per- y leg-, respectivamente.