sosia, sosias, sosías
Persona que tiene tal parecido con otra que puede ser confundida con ella o hacerse pasar por ella, como en este comentario del diario argentino Clarín sobre la película Principe y mendigo, basada en el libro homónimo de Mark Twain:
Un elenco de lujo para el drama que transcurre en la corte de Enrique VIII, donde un príncipe por azares de la existencia es desalojado del palacio por su sosia, mendigo.
La palabra se origina en el nombre de un personaje del dramaturgo cómico latino Plauto (254-184 a. de C.), en su comedia mitológica Anfitrión (v. anfitrión), obra que ejerció fuerte influencia sobre la literatura dramática posrenacentista en Europa. En español, no todos los autores utilizan la misma grafía; en el ejemplo de arriba vimos socia, que es usado por Guillermo Cabrera Infante y Juan García Hortelano. Otros, prefieren sosias, como Adolfo Bioy Casares, Pío Baroja, Marcelo Estefanell y Carlos Fuentes, y no faltan aquellos que disuelven el diptongo -ia-mediante una tilde, sosías, como Ernesto Sábato y Armonía Somers.
En la huella de Plauto, Molière creó otro personaje con las mismas características, cuyo nombre dio lugar al sustantivo común que aquí tratamos. Sosias es una palabra muy usada por el autor uruguayo Marcelo Estefanell en su novela El otro, un relato sobre dos personas idénticas como gemelos, en el que se teje una historia sobre la construcción de identidad, la memoria heredada y los padecimientos que experimentan dos individuos por el mero hecho de parecerse uno al otro.