cisma
Esta palabra, verificada por primera vez en español en 1398, se refiere a una escisión en el seno de una religión o, por extensión, de un partido político. Fue tomada del bajo latín schisma, -atis y este, del griego schisma, -atos ‘separación o hendimiento’, voz derivada del griego schizein ‘partir’, ‘hender’, con origen en el indoeuropeo skei- ‘cortar’, ‘separar’, al igual que escisión, prescindir y otras muchas palabras. El griego schizein está también en el origen de esquizofrenia, en alusión a que esta enfermedad mental se caracteriza, entre otros síntomas, por una disociación (separación) ideoemocional.
La primera gran división del cristianismo, el cisma de Oriente, ocurrió en 1054 con la separación de las Iglesias de Roma y Bizancio, y el segundo, el cisma de Occidente, entre 1378 y 1417, período en el que hubo varios papas a la vez, unos con sede en Roma, y otros en Aviñón (Francia).
En 1495, en el Diccionario latino-español, de Antonio de Nebrija, se registró por primera vez en español el adjetivo cismático, que califica a aquellos que dejan de reconocer a una determinada autoridad religiosa.