bujía
La bujía es el elemento que produce el encendido de la mezcla de aire y combustible pulverizado, en los cilindros de un motor a explosión, mediante una chispa que se enciende el instante preciso. Aunque la bujía ha sido sustituida por el encendido electrónico en los automóviles modernos, constituyó un elemento fundamental en toda la historia de estos vehículos desde su invención hasta finales del siglo XX.
Sin embargo, la historia de esta palabra es muy anterior al automóvil y a los motores a explosión. En realidad, Bujía o Bugía, del árabe Beyaïa,es el nombre de una ciudad de Argelia fundada por el emperador romano Octavio Augusto en el año 27 a. C, que en cierta época se hizo famosa por calidad de la cera de abeja que producía, que era usada para la fabricación de velas.
Por esa razón, la palabra fue usada también en Física como unidad de intensidad lumínica de un foco de luz artificial. Las primeras lámparas eléctricas de filamento medían su luminosidad precisamente en bujías que era el equivante de un cierto número de velas. Así, se entendía que una lámpara eléctrica de 25 bujías producía tanta luz como 25 velas.
Así usaba esta palabra el poeta español Gustavo Adolfo Bécquer en un escrito de 1870:
Al quedarme solo en mi habitación y a la luz de la débil y vacilante bujía, tracé en mi álbum una silueta de mujer.