mismo
Este adjetivo proviene del latín ipse, con idéntico significado. El lector podrá preguntarse, con legítima curiosidad, dónde está la semejanza que permite tal derivación. Intentaremos explicarlo en las próximas líneas.
En la Edad Media, el ipse del latín clásico recibió la forma enfática ipsimus, luego unida a la partícula met, que se empleaba para reforzar el significado de los pronombres personales. En el lenguaje oral, adoptaba también la forma med. Así, egomet y tumet significaban, respectivamente, 'yo mismo' y 'tú mismo'. De esta manera se formó medipsimus, que en castellano dio lugar a meesmo y meísmo hasta evolucionar a la forma actual, que ya aparece en el Cantar de Mio Cid:
Myo Çid Ruy Diaz a Alcolçer es venido;
Que bien pago a sus vassalos mismos!
En regiones rurales de algunos países hispanohablantes, se mantiene hasta hoy la forma arcaica mesmo, que prevaleció también en el portugués moderno.