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Un economista a la Real Academia Española

Un economista a la Real Academia Española

Publicado en El País

Luis Ángel Rojo Duque, ex gobernador del Banco de España y uno de los economistas españoles de mayor prestigio, asumió el 18 de abril el sillón f de la Real Academia Española, que estaba vacante desde el fallecimiento de Jesús Aguirre, duque de Alba, en mayo de 2001.

Rojo, que conoce a fondo los proyectos que desarrolla la RAE porque durante los años que estuvo al frente del Banco de España presidió también la Fundación Pro Real Academia Española, ha sido respaldado en su candidatura por los académicos Eduardo García de Enterría, Fernando Lázaro Carreter y José Luis Sampedro, informaron fuentes próximas a esta institución.

Con la llegada de Rojo a la Real Academia, en la que predominan los grandes filólogos, escritores y especialistas en historia de la Literatura, la docta Casa incorporara a un economista de amplia trayectoria, lo que le será muy útil a la hora de incrementar el vocabulario de esa rama del saber en el Diccionario de la Lengua Española.

Esa intención de ampliar la terminología especializada fue la que llevó también a la Academia a proponer como miembro de esta institución a la científica Margarita Salas, que resultó elegida el pasado 20 de diciembre.

Luis Ángel Rojo, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, y premio Rey Don Juan Carlos de Economía, entre otros galardones, nació en Madrid en 1934 y es catedrático de Teoría Económica de la Universidad Complutense.

Arte y literatura

Rojo es autor de varios libros de análisis económico, entre los que figuran Keynes y el pensamiento macroeconómico actual, El nuevo monetarismo o Inflación y crisis en la economía mundial. Es, además, un entusiasta del arte y la literatura, miembro de la Asociación de Amigos del Museo del Prado, de la Fundación Ortega y Gasset y de la Fundación Thyssen.

Rojo puede ser considerado un abanderado de la transformación vivida en la década de los noventa por la economía española, que permitió el ingreso en la Unión Monetaria y favoreció también el que los bancos nacionales se situaran entre los más competitivos del mundo.

Cuando en 1992 tomó las riendas de la política monetaria española en sustitución de Mariano Rubio -que renunció a renovar su mandato al estar implicado en el caso Ibercorp-, el gobernador del Banco de España encaminó sus esfuerzos a conseguir la participación de España en la moneda única. Su contribución directa en este proceso comienza en 1988, al ser nombrado subgobernador del citado banco, cargo desde el que colabora en la confección del programa de convergencia del Ejecutivo socialista.

Antes de ser nombrado en 1994 el primer gobernador del Banco de España independiente del poder político, Rojo asiste a la fusión de los bancos Bilbao y Vizcaya y del Central e Hispano, ve las crisis del Sistema Monetario Europeo y decide la intervención de Banesto