Etimología - El origen de la palabra: proteína
Cuando el químico holandés Gerardus Johannis Mulder (1802-1880) descubrió en 1838 que ciertas sustancias derivadas de los aminoácidos constituían la materia básica del organismo de plantas y animales, las llamó proteínas, término ideado por el químico sueco Berzelius (1779-1848), quien lo tomó del griego proteios ‘primario’, ‘primigenio’, ‘primero’, derivado de protos ‘primero’, con origen en el indoeuropeo per- ‘hacia’, ‘a través’. Protos está en el nombre de numerosas palabras de nuestra lengua, tales como protagonista, protoplasma, protón, etcétera.
El adjetivo que corresponde a proteína es proteínico, que no debe ser reemplazado por proteico, que significa ‘cambiante’, en recuerdo del dios marino Proteo, a quien los griegos atribuían el poder de cambiar de forma.
Estos textos ha sido extraídos de los libros de Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras, Nuevas fascinantes historias de las palabras, El origen de las palabras e inéditos.
Ver otra palabra:
Copyright 2002 / 2025 -Todos los textos publicados están registrados en nombre de Ricardo Soca, titular de los derechos de autor. Queda terminantemente prohibida y será perseguida judicialmente la reproducción por cualquier procedimiento, sea sobre papel o por medios digitales e Internet, y su uso en radio o televisión, así como cualquier otro procedimiento previsto en la Convención Universal de Derechos de Autor, que protege esta obra.