
Arrojándose en paracaídas
arrojar
Lanzar algo con fuerza, de modo que recorra una distancia en el aire por efecto del impulso que recibió.
En el romance catalán del noroeste, arrullar significó ‘despeñar (una roca) pendiente abajo’, mientras que en asturiano arrullu denomina la acción de ‘echar cuesta abajo, un tronco, una roca o una persona.
Estas palabras provienen del latín vulgar hispánico rotulare ‘rodar’, ‘echar a rodar’, derivado del latín clásico rotāre ‘rodar’.
También se puede usar en forma pronominal arrojarse al mar o arrojarse en paracaídas. Dio lugar al adjetivo derivado arrojado ‘valiente’, ‘intrépido’, ‘que afronta peligros’ y arrojo ‘coraje’, ‘intrepidez’.
Arrojar aparece bajo esa forma desde el siglo XIII, cuando es incluido en Bocados de oro (1250):
Quando vieres el can que dexa su señor, e sigue a ti, arroja-le piedras, ca assi dexará a ti como dexa a su señor.