
Las primeras luces del alba
madrugada
Segunda parte de la noche, que comienza con el fin del crepúsculo vespertino, tras la puesta del sol, la madrugada es el tiempo posterior a la medianoche, hasta el amanecer. A las dos de la madrugada, aunque en algunos lugares se suele decir también a las dos de la mañana. La madrugada también es el propio amanecer.
La palabra aparece en el castellano del norte peninsular, inicialmente bajo la forma madurgar, que se usó desde el siglo XII, y luego en el XIII y XIV, en las obras de Alfonso el Sabio y en los poemas del mester de clerecía de Gonzalo de Berceo, como en este fragmento de Los milagros de Nuestra señora (1246):
Ante de los matines, una grand madurgada,
levantósse est monge rezar la matinada,
tañer a los matines, despertar la mesnada
Esta forma primitiva se alternó con madrugada en los propios Berceo (Duelo de la Virgen) y Alfonso X.
La palabra proviene del latín vulgar matūrĭcāre, derivado del latín clásico matūrāre, ‘madurar’, ‘acelerar’, ‘darse prisa’ y de esta última acepción se pasó a ‘levantarse temprano’.