Etimología - El origen de la palabra: obsequio
Los romanos usaban el verbo sequi con el sentido de ‘seguir’, ‘ir detrás’, ‘acompañar’, y también ‘perseguir’, ‘acosar’. Ovidio escribió sequi vestigia alicujus para significar ‘seguir las huellas de alguien’ y non tibi sequendus eram con la denotación de ‘yo no debería ser acompañado por ti’. El infinitivo clásico sequi se alteró en latín vulgar a sequere, que dio lugar al francés suivre ‘seguir’, mientras que otras lenguas romances mantuvieron la forma original, pero añadieron las terminaciones -ire, como el italiano seguire, o -ir, como el español, portugués y catalán seguir.
La palabra latina se había formado a partir de la raíz indoeuropea sekw, del mismo significado, y dio lugar a muchos otros vocablos, tanto en latín como en castellano. En efecto, con el prefijo con- se formó consequi ‘buscar’, ‘conseguir’, ‘obtener’, de cuyo participio pasivo, consecutus, ‘consecutivo’ se derivaron consequentia ‘consecuencia’ y exsequtio ‘seguir hasta el final’, ‘rematar’, de donde ‘ejecutar’ y ‘ejecutivo’, y también ‘exequias’ (honores fúnebres). Con el prefijo ob- se formó obsequi ‘cumplir el deseo de otra persona’, que dio lugar a nuestro obsequio ‘regalo’, pero también a obsecuente ‘el que sigue los deseos de otra persona en actitud de obediencia y sumisión’. Lo que ocurre después de un hecho, lo que lo sigue como consecuencia, es una secuela, palabra formada ya en latín como sequela, a partir del verbo sequi.
Estos textos ha sido extraídos de los libros de Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras, Nuevas fascinantes historias de las palabras, El origen de las palabras e inéditos.
Ver otra palabra:
Copyright 2002 / 2025 -Todos los textos publicados están registrados en nombre de Ricardo Soca, titular de los derechos de autor. Queda terminantemente prohibida y será perseguida judicialmente la reproducción por cualquier procedimiento, sea sobre papel o por medios digitales e Internet, y su uso en radio o televisión, así como cualquier otro procedimiento previsto en la Convención Universal de Derechos de Autor, que protege esta obra.