twitter account

Los símbolos gráficos del idioma en la Internet

© Referencia bibliográfica:
José. R. Morala, "Símbolos culturales e iconos de idioma en Internet", Actas del VI Simposio Internacional de Comunicación Social, Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba (1999), Tomo II, pp. 942-949.

 

Símbolos culturales e iconos de idioma en Internet1

José R. Morala Rodríguez
Universidad de León (España)
e-mail: dfhjmr@unileon.es

 

1.- Introducción
      Por sus propias características y las posibilidades que ofrece, Internet es un medio de comunicación enormemente dependiente de la imagen y del componente visual. Cualquier sitio de la Red que se precie no duda en incluir una abundante información gráfica que permita al lector, además de una lectura más amena, hacerse una idea, de forma rápida y con un sólo vistazo, de los contenidos a los que podrá acceder en esa página.
      Por otra parte, aunque la supremacía del inglés en Internet es abrumadora, estamos ante un medio que, casi por definición, ha de ser también multilingüe, por lo que continuamente nos encontramos con botones o marcas que nos permiten elegir el idioma en el queremos leer un texto. Abundan además las páginas sobre recursos idiomáticos pues, al fin y al cabo, estamos ante un medio de comunicación y la palabra sigue siendo la mejor forma de comunicar.
      Sobre estos dos principios, en los que desde luego no voy a detenerme, descansa el punto de partida de este trabajo: estudiar los símbolos, iconos o logotipos que, bien en las páginas multilingües, bien en las dedicadas a exponer o recopilar recursos lingüísticos, se utilizan para identificar a la lengua española.
      Bien es verdad que es éste un campo amplísimo y, dada su extensión, imposible de abarcar aquí. En realidad, me interesan exclusivamente aquellas imágenes relativas al idioma que han sido construidas sobre algún componente cultural, utilizando este término en su sentido más amplio. Como es bien conocido, los iconos que más frecuentemente hacen referencia al idioma son, entre otros, las banderas, el propio nombre del idioma o escuetos mensajes del tipo de Welcome / Bienvenidos, Click here / Haga clik aquí ... etc. Pero hay también casos, los menos, en los que el creador de la página no se resigna a lo conocido y busca símbolos con una mayor carga expresiva y una mayor originalidad. Recurre entonces a imágenes que dejan patente la variada identidad cultural del mundo hispano. No voy a entrar en excesivos detalles así que entiéndase este trabajo como una somera tipología de esta muestra iconográfica que tan reveladora puede resultar desde el punto de vista sociolingüístico.

2.- Las artes y las letras
      Podría pensarse, por la clase de sitios a los que me he dirigido en la búsqueda de ejemplos, que el recurso a las imágenes literarias sería una opción bien representada a la hora de elegir gráficos destinados a páginas que, en muchos casos, se caracterizan precisamente por una marcada vinculación con el idioma. Confieso que yo también lo esperaba, pero la realidad es bien distinta. Aunque autores como Lorca, M.A. Asturias, M. Delibes o Berceo, personajes literarios como el Amadís de Gaula o históricos como Simón Bolívar, figuran regularmente como nombre de instituciones relacionadas con la lengua española, suele tratarse, sin más, de denominaciones comerciales aplicadas mayoritariamente a academias y colegios de enseñanza del español como segunda lengua, instituciones con abundante presencia en la Red.
     Fuera de esto, poco más. Los únicos que sí que se utilizan, como no podía ser menos, con todo el valor emblemátcio de lo hispano y del español son los personajes cervantinos, Don Quijote y Sancho, cuya inconfundible imagen preside varias de las páginas dedicadas al español. Es el caso de la página inicial del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Brown, ocupada casi por entero por un antiguo grabado en el que aparecen ambos personajes. Una representación más simple es la silueta que emplea la Asociación Valenciana de Castellanohablantes. Pero quizá la imagen más utilizada sea la que proporciona un conocido grabado de Picasso (en la imagen). Así ocurre, por ejemplo, en una documentada página en inglés con datos sobre la enseñanza del español o en una de las mejores y más completas páginas que hay en la Red sobre recursos relativos a la lengua española, denominada Página del Idioma Español y mantenida por el periodista uruguayo R. Soca.
     Y ya que en el campo de la literatura hemos citado a P. Picasso, no estaría de más un repaso –obligadamente breve, como veremos– por el uso de otras obras de arte representativas que se hayan utilizado con el mismo fin. El único caso que me he encontrado en el que de forma clara se echa mano del importante patrimonio pictórico hispano es en una página de recursos sobre la lengua española realizada en Japón que, por lo demás, está cargada de símbolos de las características de los que aquí estudio, bien logrados y lejos de los tópicos al uso. En este caso, su autor se vale de uno de los cuadros más conocidos de Goya, La Maja vestida, para configurar una de sus peculiares ilustraciones.
      Sin alejarnos demasiado de la pintura, no puede dejar de citarse otro campo de las artes gráficas, considerado quizá un arte menor pero, desde luego, con personajes inmediatamente reconocibles para millones de personas y que, en consecuencia, pueden adquirir con facilidad un valor simbólico. Me refiero al cómic. El mejor ejemplo que me he encontrado en la Red está en la página personal de O. Moreno, un venezolano afincado en Canadá. El sitio es trilingüe y, para dar la opción de elegir entre cualquiera de las tres versiones, el autor ha diseñado unos botones tan tiernos como originales: al lado del nombre del correspondiente idioma –español, inglés y francés–, perfilados incluso con los colores de las banderas, respectivamente, de Venezuela, EEUU y Francia, aparecen tres personajes del cómic que son los que le dan ese carácter tan peculiar al enlace. Nadie podrá negar, como reconoce el propio autor de la página, que tanto Mafalda –con toda su parentela–, como Calvin y Asterix, constituyen tres símbolos evidentes del idioma en el que fueron creados.
      En otras ocasiones la conexión con el mundo del cómic es más solapada y remite a lo que podríamos denominar reciclaje virtual: la sigla que en inglés identifica al español es la letra S; del mismo modo, los colores que más se asocian con el castellano son el rojo y el amarillo de la bandera española. Con estos componentes, una empresa californiana, para indicar su versión en español, se vale de la figura de un disquete al que añade una especie de escudo –con una S y los citados colores– que, por decirlo de alguna forma, se parece sospechosamente al que sobre su pecho lleva Superman.
      No abandonamos aún el campo de las artes. Hay algunos edificios que por su historia o por su estructura característica han llegado a convertirse en símbolo de un país para hacerlo, a continuación, de su lengua. En la Red, igual que fuera de ella, el francés tiene como símbolo la torre Eiffel. De igual modo, el Big Ben londinense, la Estatua de la Libertad neoyorquina o, incluso, la Casa Blanca son símbolos utilizados con frecuencia para el inglés. Pues bien, por lo que toca al español, no parece haber ningún edificio singular que haya alcanzado el consenso necesario para convertirse en emblema de lo hispánico y, por ende, del idioma. Hay, eso sí, imágenes de edificios en páginas referidas a la lengua española, pero más que como símbolos propiamente dichos se utilizan como referencia concreta a la ciudad en la que, por ejemplo, se sitúa la empresa que ofrece una serie de servicios idiomáticos. Tienen un valor, por tanto, estrictamente referencial más que simbólico.
      Es posible localizar, no obstante, algunos ejemplos. El único caso que puedo aducir en esta línea es el de la página japonesa citada arriba que utiliza en uno de sus gráficos un perfil de la Sagrada Familia de Barcelona, pero de todos es conocida la pasión que por Gaudí se siente en Japón. Tiene además este ejemplo otra lectura en la que no puedo detenerme aquí: no deja de resultar llamativo que, como símbolo de español, se utilice justamente uno de los edificos más característicos de Barcelona, la capital de Cataluña.
      Más que edificios singulares, lo que sí aparece tímidamente es la referencia a tipos genéricos de edificaciones que, ahora sí, parecen dotarse del valor simbólico necesario para representar al idioma. Y los hay de dos clases, procedentes también de dos áreas bien distintas. En el logotipo comercial de varias páginas (*, *), de empresas españolas que se dedican a la enseñanza de la lengua figura el perfil almenado de un castillo, imagen fácil de asociar, tanto con Castilla, como con la propia denominación de castellano. En la misma línea, La Guirnalda Polar, interesante revista cultural de contenidos hispanos editada en línea en Canadá, echa mano tímidamente de unos molinos manchegos, fácilmente identificables con la novela cervantina. Por otra parte, en páginas de Centroamérica ocurre algo similar con las características construcciones precolombinas en forma de pirámide, cuya representación genérica aparece en logotipos similares a los anteriores. Es el caso de la página de una empresa de enseñanza de español en Guatemala o el de la de la Unión de Estudiantes Latinos de la Universidad de Maryland.

3.- Las culturas precolombinas
      Quizá el dato más sorprendente que se pueda deducir del recorrido que aquí les propongo sea la frecuencia y la fuerza que tienen las imágenes extraídas de las culturas precolombinas como símbolo de la lengua española. Pudiera parecer un contrasentido histórico que los símbolos religiosos y culturales de las sociedades prehispánicas hayan acabado convirtiéndose en una de las imágenes que con más frecuencia representan a la lengua española. Me temo que, en realidad, el contrasentido es sólo aparente. No es éste el lugar más apropiado para analizar en detalle este asunto pero antes de pasar de largo me gustaría hacer mías las palabras con las que un gran escritor hispano, el mexicano Carlos Fuentes, definió el mestizaje que caracteriza la cultura hispana: "De la catástrofe de la conquista nacimos todos nosotros, los indo-ibero-americanos. Fuimos, inmediatamente, mestizos, hombres y mujeres de sangres indígena, española y, poco más tarde, africana. Fuimos católicos, pero nuestro cristianismo fue el refugio sincrético de las culturas indígenas y africanas. Y hablamos castellano, pero inmediatamente le dimos una inflexión americana, peruana, mexicana a la lengua"[2]
      Es quizá este mestizaje inherente a todo lo hispanoamericano lo que explica que, con tanta frecuencia, figuren imágenes tomadas de las culturas precolombinas como ilustraciones o símbolos de páginas dedicadas a lo hispano y al español. En efecto, además de otros elementos gráficos realizados en colores vivos y con figuras geométricas que tan inmediatamente se asocian con las imágenes de las culturas indígenas americanas, interesan aquí especialmente los logotipos y símbolos utilizados por las abundantes instituciones dedicadas a la enseñanza de la lengua española, con una presencia abundante en la Red y dirigidas casi exclusivamente a EEUU, hasta el punto de que una buena parte ofrecen sus servicios sólo en inglés.
      Son, en su mayoría, páginas procedentes de México, Costa Rica y Guatemala, pero también del propio EEUU. Esto explica el predominio de las referencias mayas o aztecas y la escasez con la que aparecen los de origen, por ejemplo, inca. En realidad el significado de la imagen utilizada, incluso su adscripción a una cultura concreta, resultará casi imposible de precisar para la inmensa mayoría de quienes accedan a la página. Es más, en algunas ocasiones, ese dato no parece revestir mayor importancia, sino que lo relevante sería su relación con el mundo hispano del siglo XX. Puede tratarse, así, de una figura oferente extraída de una cerámica maya procedente de la frontera entre Costa Rica y Panamá, o de una imagen del cóndor antropomorfo de la Puerta del Sol de la andina Tiahuanaco (en la imagen anterior), aunque curiosamente la empresa radique en Costa Rica, o de una figura extraída de un códice mixteco, uno de los grupos étnicos asentados en la actual Oaxaca, o de una alegoría nahuatl del diálogo y la comunicación, o de una representación del dios maya del maíz, tan importante antes como ahora en Guatemala, o, en fin, de una imagen de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada del mundo azteca (en la imagen de al lado). Puede ser cualquiera de estos o cualquier otro símbolo prehispánico de los muchos que abundan en este tipo de páginas, pero lo significativo aquí es que, en el contexto en el que se utilizan, vinculados directamente a la lengua española, constituyen un magnífico ejemplo del mestizaje del que habla C. Fuentes. Para el usuario de Internet desconocedor de los matices que distinguen las variadas representaciones de las culturas precolombinas, la referencia de significado que esas figuras aportan son el mundo hispano contemporáneo o, si se prefiere, la parte del mundo hispano de México y América Central, pero hispano al fin y al cabo.

4.- Imágenes folclóricas y etnográficas
      Parece también indudable que, a la vista de algunas de las páginas de Internet, nuestra lengua está unida por unos lazos especialmente estrechos a una peculiar serie de tipos folclóricos o etnográficos. La asociación de ideas llega hasta el punto de que alguna de las academias de español que se anuncian en la Red, no duda en ofrecer de forma paralela clases de baile latino, sin que en la imagen falte la silueta de una pareja de bailarines[3]. Otra página, que ofrece lecciones de español en línea, está presidida por la imagen de una mujer bailando y ataviada con un vestido tradicional. Así las cosas, tampoco entre las páginas españolas similares son difíciles de localizar castañuelas, rejas floridas, abanicos o bailaoras[4]
      Pero veamos con un poco más de detalle dos ejemplos que parecen bien representativos. La primera es un Anillo de Páginas Familiares en Español que se inicia con la imagen de un grupo de niños caracterizados de forma que representan diversas culturas y países. Dos de ellos, que por su vestimenta pueden relacionarse con un mejicano y un español (en la imagen) y que por lo tanto son los que se expresarían en castellano, son, según explicación de la propia autora, los que identifican el citado anillo de páginas en español. En este caso, son las vestimentas tradicionalmente asociadas con la imagen de dos de los países con mayor peso en el mundo hispanohablante, lo que sirve de reclamo visual para identificar el idioma.
      Otro ejemplo sociológicamente interesante nos lo proporciona la página de una empresa de Miami dedicada a la venta de libros y revistas a través de Internet. El sitio está tanto en inglés como en español. Pues bien, el botón que se utiliza para acceder a la versión en castellano se ilustra con dos pequeñas figuras en colores chillones que, aunque no son fáciles de identificar claramente, todo indica que representan una bailaora y un torero. De nuevo el tópico estereotipado de lo que alguien denominaría el español de pandereta y castañuela. Pero es que, además, la imagen elegida resulta más sorprendente si se tiene en cuenta que el botón parejo que permite acceder a la versión en inglés está realizado sobre el dibujo de la Casa Blanca y el Big Ben. Esta falta de correlación entre las imágenes con las que se presentan ambos idiomas, además de mostrarnos la pervivencia de algunos tópicos, quizá nos indique la distinta valoración sociológica que, aunque sea de forma inconsciente, se hace de una y otra lengua.
      Y con este último ejemplo hemos pasado del tópico del baile a otro estereotipo tambiénbien asentado en la imagen tradicional del español. Me refiero, claro está, al mundo del toro y de los toreros. Veamos un ejemplo bien característico: en las páginas que la Universidad de Burdeos dedica a sus estudiantes de lenguas extranjeras, las referidas al español están encabezadas por una fotografía de un lance de la fiesta taurina, para las conexiones de chat, y por la silueta en negro sobre fondo azul de un imponente toro para la página de recursos en la Red. Mientras que, de nuevo, la referencia visual al inglés viene dada por los edificios.
      Pero no nos engañemos. No sólo en las páginas hechas fuera del mundo hispanohablante se utiliza la imagen del toro y de la fiesta. También se echa mano de ellas en sitios creados, por ejemplo, en España. Es el caso de la sección denominada Calor hispano, incluida en una página con abudantes e interesantes enlaces a todo el mundo hispanoamericano, cuyo logotipo, además del mapa y de un degradado con los colores de la bandera de España, incluye un torero de aspecto más bien jocoso.
      Tal vez el caso en el que de una forma más exquisita se utiliza la imagen tópica del toro para representar al idioma sea la que ofrece la página de Diálogo, una asociación de amistad hispano-francesa. La página es bilingüe –español y francés– y las imágenes elegidas para activar una u otra versión se consituyen, además de con las denominaciones y los colores de las banderas respectivas, sobre la imagen de un gallo y de un toro. No hay aquí, como se observaba anteriormente, ninguna asimetría en el tratamiento de las imágenes para una y otra lengua. La correlación es exacta y ambas se simbolizan de igual modo: tanto el toro como el gallo son dos animales totémicos en las correspondientes culturas que aquí representan.

5.- Otros símbolos
      Aunque no es muy frecuente el uso de imágenes religiosas asociadas al idioma –fuera de las precolombinas que hemos visto ya–, hay un ejemplo que merece la pena comentar. Procede de una página, Ego Web, bien conocida por la gran cantidad de recursos que acoge sobre todo el mundo hispánico. Precisamente en la sección desde la que se establecen los enlaces a los diversos países hispanohablantes ocupa un lugar relevante una lograda representación de la Virgen de Guadalupe, símbolo de fácil asociación con México, pero que aquí se usa, probablemente, como imagen de referencia del mundo hispánico en general. No es el único caso. El enlace para pasar a la versión en español de la Spanish Canadian Web se activa pulsando sobre la representación de esta misma advocación mariana (en la imagen).
      Lo que, desde luego, sí resulta frecuente en la simbología y en la jerga propia de Internet es el uso de imágenes y palabras que tengan algo que ver con la idea de ´navegación´. Desde denominaciones como navegar, cibernauta, internauta ... etc hasta los iconos que ilustran uno de los dos navegadores más utilizados, me refiero claro está a Nestcape Navigator, todo está entreverado por referencias, más o menos directas, a dicho concepto. Nada de extraño tiene, pues, que nos topemos con barcos o símbolos náuticos aquí y allá.
      Hay algunos casos, sin embargo, en los que la presencia de antiguos galeones o carabelas se asocia de forma expresa con el mundo hispano. La referencia histórica es evidente en casos como el del sitio correspondiente a Hispanic pages in the USA, presidido por tres carabelas que inmediatamente se identifican con las del viaje de C. Colón en 1492 (en la imagen). Algo similar ocurre con la página de Spanish Heritage cuyo fondo está creado sobre un barco similar. Lo más curioso de este apartado iconográfico es que, al recordar un hecho singular, se convierte en un símbolo específico que carece de correlato en otros idiomas. De otro origen, pero bien cercano a los anteriores, es el logotipo del buscador Elcano que se define como "El Índice de Internet en Castellano" y que representa igualmente un barco de similares características, si bien aquí la referencia histórica viene dada por el nombre del marino que a comienzos del siglo XVI logro dar, por primera vez en la historia, la vuelta al mundo.
      Pasemos ahora a otro asunto bien diferente. Es curiosa la relación tan expresiva que puede llegar a establecerse entre los tópicos culinarios y la cultura con la que se asocian y, por extensión, con el idioma correspondiente. Como además estos tópicos se basan en una asociación de ideas estereotipadas, por lo general bien asumidas popularmente, se convierten en símbolos tan efectistas como efectivos.
      El ejemplo quizá más pintoresco que para el español se localiza en la Red es el de la representación de un chile como icono para acceder a las páginas en castellano. Se trata de un gráfico de libre uso que circula por la Red sin que, en principio, se asocie con un concepto cultural o idiomático determinado.  Es evidente, por otro lado, que la imagen de un chile, para un norteamericano, se asocia con la comida mexicana, cada vez más popular en EEUU. Lo llamativo, sin embargo, es que este mismo icono se utilice en algunas páginas como reclamo visual asociado a la versión en español. Es el caso de la página sobre español –con abundantes conexiones y recursos– de la Madras High School. Lo mismo ocurre con la sección en español de la página personal de Ch. Dodson.
      No resultan infrecuentes en Internet este tipo de asociaciones. Por ejemplo, en la citada página de la Universidad de Burdeos sobre conexiones de chat, la imagen que encabeza la sección de alemán es una enorme cerveza de la marca Chat. Algo similar ocurre en una página personal multilingüe, también francesa, en la que el enlace con la versión alemana es una descomunal jarra de cerveza. No queda ahí la cosa pues, en esta misma página, el correspondiente a la versión en inglés, además de por otros símbolos más convencionales, viene representado por una exagerada hamburguesa.
      Existe en estos ejemplos un elemento común que conviene analizar. La asociación entre idioma y tópico culinario –la comida picante mexicana y el español, la cerveza y el alemán o la hamburguesa y el inglés– se hace en todos los casos, curiosamente, desde el exterior y no desde la propia cultura a la que se pretende simbolizar. Esta actitud encaja bien seguramente con los tópicos que abundan en todos los países y culturas sobre lo que siempre se califica de extrañas costumbres culinarias de los vecinos. Es así como un norteamericano –el ejemplo del chile resultaría más extraño en un europeo– puede establecer una fácil conexión entre el chile y lo hispano, tan fácil y simple como para un no norteamericano identificar EEUU –y de paso el inglés– con la hamburguesa.

6.- Conclusión
      Como puede comprobarse, el resultado de este apresurado recorrido es una variopinta simbología en la que caben elementos diversos e incluso dispares. Al lado de las referencias culturales más conocidas, de los hitos artísticos y literarios que suponen una aportación del mundo hispano a la cultura universal, al lado de esto, nos encontramos también con los tópicos más estereotipados que, dicho sea de paso, resultan tremendamente efectivos a la hora de cumplir su cometido.
      No hay espacio para mucho más pero resulta evidente que la elección de unas u otras imágenes no es ni arbitraria ni inocente. Todas incluyen algún tipo de mensaje y siempre cabe intentar adivinar el concepto que maneja, quien las utiliza, de la cultura o culturas hispanas y de su elemento de cohesión más firme, la lengua española.


Notas
   [1] Quiero hacer patente desde aquí mi agradecimiento a los encargados de varias de las páginas citadas por las informaciones que me han proporcionado. Igualmente mi reconocimiento para los autores de los gráficos originales utilizados.  Como el mundo de Internet es cualquier cosa menos estable, varias de las direcciones utilizadas bien no existen ya, bien han cambiado su diseño y logotipos.       (volver)
   [2] De su discurso de aceptación del doctorado honoris causa en la Univ. de Brown (USA) el 28 de abril de 1996, recogidas en el periódico El País       (volver)
   [3] Así en el sitio de la Costa Rican Language Academy, denominación a la que, junto al título inicial de Spanish and more, acompaña el subtítulo and Latin Dance School       (volver)
   [4] Véanse por ejemplo las imágenes que acompañan a algunas de las academias de español asociadas en la Andalusian Association of Spanish Schools for Foreigners        (volver)