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La palabra del año 2020

En todas las lenguas y en todos los países, este año 2020 la palabra del año ha estado marcada por el coronavirus: confinamiento, covid, distanciamiento, mascarilla, pandemia, zoompleaños..

Fernando A. Navarro

En un año como el que acabamos de despedir, marcado en todas las esferas y en todos los países del mundo por la pandemia de covid-19, era evidente que en esta ocasión la “palabra del año”, en todas las lenguas del mundo, sería covidiana; esto es, relacionada más o menos directamente con el coronavirus SARS-CoV-2 o sus consecuencias médicas, epidemiológicas, económicas o sociales.

Así ha sido en español, desde luego. Considerando que la pandemia ha dejado una huella imborrable en la lengua, la Real Academia Española (RAE), en colaboración con todas las academias hermanas integrantes de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) seleccionó los doce vocablos siguientes como “palabras del año en el universo hispanohablante”: asintomático, confinamiento, contagio, coronavirus, covid19, cuarentena,distanciamiento, incertidumbre, mascarilla, pandemia, teletrabajo y virtual.

A finales de diciembre, y por octava vez, la Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la Agencia Efe y la RAE, debía elegir también su palabra del año 2020, que debía cumplir dos requisitos: “Por un lado, que sea un término que haya estado, en mayor o menor medida, presente en el debate social y en los medios de comunicación. Por otro, que, por su formación, significado o dudas de uso, ofrezca interés desde el punto de vista lingüístico y haya sido, por tanto, objeto de alguna de las recomendaciones que ha publicado diariamente la Fundeu durante el año. La ganadora fue finalmente confinamiento, que se impuso en la votación final a otras candidatas covidianas como conspiranoia, coronavirus, covid19, infodemia, pandemia, resiliencia, sanitarios, teletrabajo y vacuna.

Por otro lado, los traductores españoles de las instituciones de la Unión Europea, a través de la revista Puntoycoma (n.° 168, pág. 35) eligieron un año más el “palabro del año”. Obsérvese que no dicen “palabra”, sino un “palabro” (esto es, una palabra rara, estrafalaria o mal dicha). Como especifican cada año en la convocatoria, “nos proponemos encontrar un vocablo o una expresión que de alguna manera choque o chirríe al oyente o lector y que en este pandémico año de 2020 haya adquirido cierta notoriedad por su uso en los medios de comunicación, la política, la administración, la calle o las redes sociales”. Entre una larga lista de palabros candidatos como balconazis, coronabicho, coronaplausos, cuarempena, epimiedólogo, fuñigar, nueva anormalidad, plandemia, sinfinamiento y vinollamada, el palabro ganador fue finalmente zoompleaños.

En los Estados Unidos, la American Dialect Society se ha decantado por covid entre otras candidatas como pandemic, social distancing y unprecedented; mientras que Merriam­Webster ha elegido pandemic (pandemia) entre otras candidatas como asymptomatic, coronavirus y quarantine.

En el Reino Unido, el Collins English Dictionary ha optado por lockdown (confinamiento) entre otras candidatas como coronavirus, furlough (ERTE), key worker (trabajador esencial), pandemia, to self-isolate y social distancing, y el Oxford English Dictionary, por su parte, consideró que la pandemia de covid-19 había repercutido de tal modo en la lengua inglesa durante el año pasado, que, por primera vez en la historia, no se vieron capaces de seleccionar una única palabra de año, y en su lugar han publicado un extenso informe “Words of an Unprecedented Year” en el que comentan decenas de términos que han vivido este año un despegue espectacular en el uso; entre ellos, la propia unprecedented, desde luego, pero también voces como corona virus, Covid-19, ECQ (enhanced community quarantine), lockdown, remote working, reopening, shelter in place y social distancing. Y entre las catorce palabras seleccionadas por la revista Time para la columna “2020: the year in language” del último número del año, voces como blursday (en referencia a la difuminación del tiempo durante el confinamiento, hasta el punto de llegar a perder uno la noción de en qué día de la semana vivía), bubble (burbuja), covidiot, quarantini (en referencia al cóctel para aliviar la cuarempena o socializar en tiempos de confinamiento o teletrabajo), social distancing y superspreader (supercontagiador).

En las antípodas, el Australian National Dictionary Centre ha elegido iso (acortamiento coloquial de self-isolation) como palabra del año, mientras que el Macquarie Dictionary de Australia se ha decantado por the rana (acortamiento coloquial de corona, acortamiento a su vez de coronavirus) y covidiot.

Aparte, el cibersitio Dictionary.com ha elegido como palabra del año pandemic (pandemia), por delante de otras candidatas como asymptomatic, CDC, contad tracing, coronavirus, COVID-19, flatten the curve, (omites, frontliner, fudough, herd immunity, hydroxychloroquine, infodemic, lockdown, long-hauler, nonessentiai, PPE, quarantine, sanitize, shelter in place, social distancing, superspreader, twindemic y vira! load.

En francés, el diario belga Le Soir y la cadena televisiva RTBF lanzaron una encuesta por intemet para elegir el nuevo “Mot de l'année 2020”; de entre todas las palabras candidatas —en su mayor parte relacionadas de un modo u otro con el coronavirus— los intemautas eligieron déconfinement, por delante de distancie) (distancial, por oposición a ‘presencial’) y covid, que ocuparon el segundo y el tercer puesto.

En cuanto a la lengua portuguesa, Porto Editora seleccionó en Portugal, mediante análisis de frecuencia y distribución de uso en los medios de comunicación y en sus diccionarios electrónicos, diez palabras candidatas entre las que se encontraban confinamento, COVID­19, digitalizagáo, infodemia, pandemia, telescoa y zaragatoa (hisopo); la ganadora, elegida por votación popular, fue saudade, sentimiento genuinamente portugués y muy presente en el año 2020 como consecuencia directa del distanciamiento físico impuesto por la pandemia. En Brasil, la consultoría Cause y el Instituto Ideia Big Data han seleccionado luto como «palavra do ano», por delante de otras candidatas covidianas como desamparo, isolamento, resisténcia y saudade.

Me paso a la lengua holandesa, donde las designadas este año por Van Dale Lexicografie como «woord van het jaar» han sido, en Bélgica, knuffelcontact (literalmente, algo así como «compañero de mimos», en referencia a la persona no conviviente con autorización para acudir a un domicilio y mantener contacto fisico durante el confinamiento), y en los Países Bajos, anderhalvemetersamenleving (literalmente, algo así como «sociedad del metro y medio», en referencia al modelo socioeconómico marcado por el distanciamiento social como medida fundamental para frenar la propagación de la covid-19 en ausencia de una vacuna eficaz). Las dos ganadoras se impusieron en votación popular a otras candidatas covidianas como blokjesverjaardag (celebrar el cumpleaños por partes para evitar un encuentro multitudinario), contactspeurder (rastreador de contactos), coronamoe (hartazgo de la pandemia coronavírica), covid, covidioot (covidiota), eenzaamheidsvirus (virus de la soledad), hoetschaamte (vergüenza que siente una persona al toser en compañía de otros), jojolockdown (confinamiento yoyó [o pendular]), infodemie, kuchscherm (pantalla de protección frente a la tos), lockdownfeestje (fiesta de confinamiento), raambezoek (visitar a un anciano y estar separados por una ventana), sportbubbel (burbuja deportiva), viruswappie (negacionista del coronavirus) y zelfquarantaine (cuarentena voluntaria).

Para quienes hablamos español, ese anderhalvemetersamenleving de los holandeses puede parecer quilométrico; pero no es nada al lado de voces alemanas recientes como Bundesprésidentenstichwahlwieder-holungsverschiebung (palabra del año 2016 en Austria) y Rindfleischetikettierungsübenvachungsaufgabenübertragungsgesetz (candidata a palabra del año 1999 en Alemania).

Este año, como era también de prever, los países germánicos han optado por palabras más covidianas que kilométricas. En Alemania, la elegida por la Gesellschaft für deutsche Sprache fue Corona-Pandemie (pandemia coronavírica), entre candidatas como AHA (forma siglada de Abstand Hygiene, Alltagsmaske: distancia, higiene, mascarilla), Lockdown, systemrelevant (esencial), Triage y la fórmula de despedida Bleiben Sie gesund! (¡cuídate!, ¡cuídese!, ¡cuidaos!, ¡cuídense!). En Austria, por su parte, el Forschungsstelle für Ósterrichisches Deutsch y la Karl-Franzens-Universitát de Graz seleccionó como palabra del año 2020 Babyelefant (en referencia a una campaña publicitaria del Gobierno austríaco que se servía de una cría de elefante para marcar la distancia interpersonal de seguridad [1,5 m] durante la pandemia); y como palabro del año 2020, Coronaparty (en referencia a los guateques multitudinarios celebrados de manera clandestina durante la pandemia).

La tarea más ardua corresponde cada año a la pequeña y multilingüe Suiza, porque allí el Departamento de Lingüística Aplicada de la Zürcher Hochschule für Angewandte Wissenschaften (ZHAW) debe elegir no una, sino doce palabras del año: tres para cada uno de los cuatro idiomas nacionales (alemán, francés, italiano y romanche). Pues bien; en este año 2020, la covidl9 ha hecho pleno: doce de doce. Las doce palabras seleccionadas, todas distintas, guardan relación con el coronavirus venido de China y sus consecuencias. En alemán, las tres elegidas han sido systemrelevant ([sector] esencial), Maskensünder (en referencia a las personas que se niegan a usar la mascarilla o la usan mal; más o menos equivalente a nuestros “mascaridiotas” o “mascaritontos”) y stosslüften (en referencia a las corrientes de aire gélido que ha traído en invierno la ventilación anticovidiana de las escuelas); en francés, coronagraben (acuñado sobre el modelo de Róstigraben, en referencia a los desacuerdos entre cantones germanófonos y francófonos sobre las medidas higiénicas y sanitarias pertinentes para frenar la pandemia), gestes barré es y lutte; en italiano, pandemia, responsabilitá y distanza: y en romanche, por último, mascrina (mascarilla), extraordinari y positivitad.