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La etimología de campeón

El origen de la palabra 'campeón'

Después de las Cruzadas, no se apagó el gusto por las armas y las guerras, que los señores feudales europeos habían heredado de sus antepasados más lejanos, del Imperio Romano, y de los más cercanos, los invasores germánicos que aniquilaron el poder de Roma.

Órdenes religiosas y militares como las de los templarios, los caballeros de Alcántara o los de Calatrava constituyeron durante algunos siglos prolongaciones de las Cruzadas y algunas de ellas fueron perseguidas por la Inquisición por haber osado ambicionar el poder.

Pero en general, la caballería no era más que una diversión de los señores feudales, que poco tenían que hacer mientras sus vasallos producían la riqueza que sustentaba su ocio. Y a falta de algo mejor que hacer, los caballeros se enfrentaban en justas en las que lucían sus caballos de raza, sus armaduras relucientes y sus armas de acero templado. Estos torneos eran relativamente incruentos pero cuando se ofendían, los feudales también solían batirse en duelos mortales «para limpiar el honor», una costumbre que en algunos países de Occidente perduró protegida por la ley hasta la segunda mitad del siglo XX.

Fue precisamente a fines del medioevo que tuvo su origen la palabra campeón en las lenguas europeas. En duelos, justas y torneos, los caballeros se debatían en el «camp» (campo de batalla), voz derivada del germánico kamp, que a su vez provenía del latín campus, voz originada del «Campo de Marte», donde recibían instrucción militar los soldados germánicos del Imperio Romano.

Por el siglo XIII, en longobardo, campo dio origen a campione, que era la calificación que recibían los vencedores en el camp, mientras que en francés se formó champion, derivado de campion en la lengua de Oc antigua, nombre que también en Francia se daba a los caballeros vencedores de las justas.

En español, la forma adoptada hasta el siglo XVII fue 'campión', aunque ya en ese siglo aparece también el actual campeón que, según Corominas y Pascual, se usó por influjo de campeador, palabra española castiza proveniente de otro tronco. Desde la segunda mitad del siglo XIX, el duelo fue sucedido por otro tipo de contiendas: los deportes, inspirados en la experiencia olímpica de la civilización clásica griega. Y a lo largo del siglo XX se pusieron de moda los campeonatos, torneos deportivos para consagrar a los campeones. Los más universales de estos torneos han sido los Juegos Olímpicos, reiniciados a fines del siglo XIX y los Campeonatos Mundiales de fútbol, inaugurados en 1930 y que aún hoy sacuden multitudes en los cinco continentes.