
La languidez es un estado anímico que puede preceder a una depresión
lánguido
Débil, abatido, de escasa iniciativa o energía, que tiene pocas fuerzas. Veamos este fragmento de un cancionero del siglo XV, albergado en el CREA: Mas así de mal tractado de qual devo yo quedar triste, languido e cansado. Sin embargo, no fue recogido por Covarrubias, ni por Cervantes, ambos del siglo XVII.
La palabra proviene del latín languĭdus ‘débil’, ‘enfermizo’, ‘falto de vigor’, derivado en esa lengua de languēre ‘actuar con indolencia o debilidad’.
El psicólogo estadounidense Alan Grant, en un artículo publicado por The New York Times, describió la languidez —un derivado de lánguido— como una sensación de estancamiento y vacío. Se siente como si uno estuviera pasando los días sin rumbo, mirando la vida a través de un parabrisas empañado. Según él, fue la sensación que dominó el mundo durante el auge de la pandemia del coronavirus.
Otros derivados son el verbo languidecer y el adverbio lánguidamente.
