
sobornar
Ofrecer una dádiva a un funcionario a cambio de realizar u omitir un acto propio de su cargo o, que puede ejecutar merced a su cargo. Es ofrecer algo a cambio de establecer un dominio corrupto fuera del orden, con el fin de favorecer intereses propios sin importar los daños que se puedan causar.
En general, los códigos penales castigan el soborno de funcionarios públicos y no los que se practican en empresas o instituciones privadas.
Si el que da una gratificación comete el delito de soborno, el que la recibe perpetra el de cohecho, que puede ser simple o calificado. En el primer caso, el funcionario recibe la gratificación por ejecutar una acción, no necesariamente indebida, propia de su cargo. El cohecho calificado se comete cuando el funcionario omite o retarda un acto relativo a su cargo o cuando ejecuta un acto contrario a sus deberes.
La palabra proviene del latín clásico subornāre ‘sobornar’ o ‘corromper’, usada en ese sentido por Cicerón y por Tito Livio.
Sobornar y su derivado soborno aparecen en nuestra lengua en documentos notariales y judiciales desde el siglo XIV, como en este texto de normativa penal del País Vasco escrito en 1397, que extrajimos del Corde:
Titulo XLV. Del que corrompe o soborna al testigo que aya essa misma pena que el testigo.