
Moléculas de agua, de sacarosa y de ADN (esta última muy simplificada)
molécula
Parte mínima de materia que conserva las propiedades de un material. En general, las moléculas están formadas por la combinación química de varios átomos, dos átomos de hidrógeno, pero puede haberlas de un solo átomo, como las del helio. La molécula de oxígeno, por ejemplo, está formada por dos átomos de oxígeno, mientras que la de ozono contiene tres átomos del mismo elemento.
La molécula de agua, está formada por el enlace químico de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, que forman un conjunto estable.
Existen moléculas biológicas de enorme complejidad, como las proteínas y los ácidos nucleicos, que pueden estar compuestas, cada una, por muchos miles de átomos, que dan lugar a un número inestimable de funciones biológicas.
La palabra se formó a partir del latín mōlēs ‘masa o volumen grandes’ y, primero en francés, en 1674, dio lugar a molécule, propuesta por el académico francés Jean Gallois mediante la adición del sufijo diminutivo de origen latino -ule.
La voz molécula aparece por primera vez en nuestra lengua en el diccionario académico de 1803, definida como cada una de las partes invisibles y muy pequeñas, e invisibles que componen los cuerpos.
Sin embargo, no hallamos ningún ejemplo de uso de la palabra anterior a Pedro de Alarcón, que la emplea en sus Relatos (1852-1882, Corde):
Cuando empieza a anochecer, no hay partícula de tierra que no cuchichee con su vecina; no hay hormiga, ni hoja, ni lucero, que no tenga su pareja; no hay pájaro, molécula mineral ni fibra de arbusto que no haya hecho una conquista.